El teniente general Ramón Pardo de Santayana es jefe del Mando de Apoyo Logístico del Ejército (MALE) desde mediados de 2017. En una entrevista a Infodefensa.com, el general analiza la situación del programa VCR 8x8, después de un nuevo retraso en el calendario de entrega de los demostradores tecnológicos, y trata otras necesidades del Ejército como la Red Radio de Combate. También aborda el estado de la fase de experimentación con materiales en el marco del ambicioso proyecto Fuerza 2035 para diseñar el Ejército del futuro.
Sobre el VCR 8x8, el general anuncia que está prevista la entrega de dos demostradores y la firma del contrato de producción de la primera serie antes de final de año. Este primer contrato, apunta, no incluirá las torres que todavía están pendientes de su evaluación operativa sobre los prototipos en la Brigada de la Legión.
Miembro de una familia con una larga tradición militar y prestigio dentro del Ejército, Ramón Pardo de Santayana lleva más de dos años y medio, de sus casi ya diez como general, al frente del MALE, puesto desde donde ha trabajado en dos de los grandes proyectos impulsados personalmente por el jefe del Ejército, general de ejército Francisco Javier Varela Salas, la obtención de brigadas al completo de sus capacidades y la Fuerza 2035. Hombre cercano al JEME, defiende que ambas iniciativas son claves para la modernización del Ejército.
La entrega de los demostradores VCR 8x8 ha sufrido un nuevo retraso, ¿en qué punto está el programa?
Esperamos que dos de los cinco demostradores lleguen a finales de este año. Parece que esto ya está bastante asegurado. Los recibirá el Ejército y los entregará a la Legión para las pruebas. Y, los otros tres, en el peor de los casos, en el próximo mes de mayo. Hemos hablado con las empresas para cerrar el adelanto de estos dos para iniciar la evaluación. Las pruebas empezarán justo después de la entrega de los vehículos, a la primera oportunidad.
A finales de este año está prevista la firma del contrato de producción con Santa Bárbara Sistemas
Confiamos en que el contrato con Santa Bárbara se firme antes de final de año. Algunos sistemas no estarán incluidos en un principio porque no han sido probados. El contrato incluirá el inicio de la producción y dejará abierta otras cuestiones como la elección de las torres, pendientes de la evaluación operativa.
¿Cuándo esperan recibir las primeras unidades de serie?
La previsión era recibir los primeros vehículos a finales del año que viene. Es posible que exista una solución técnica para contar con algunos vehículos en esa fecha, pero es muy difícil, es muy justo.
¿Confían en la solución que ofrece la industria española? ¿Dejan la puerta abierta a una solución alternativa?
El vehículo será bueno, sin ninguna duda. Las empresas son fiables. Tendremos que seguir trabajando duro seguro, pero será un buen vehículo. España quiere un vehículo diseño por la industria española. Si efectivamente los problemas no se terminaran de arreglar habría que buscar una solución, en teoría, existiría la posibilidad de dar un carpetazo. No es el Ejército quien debe contemplar esto. El Ejército querría contar con un vehículo cuanto antes, pero dentro de las obligaciones y necesidades industriales del ministerio, lo que nos van a dar es este vehículo, un poco más tarde. No es nuestra opción preferida, porque preferíamos tener un vehículo ya. Nos hubieran gustado tener los demostradores en el año 2009 o 2010, sin embargo, llegó la crisis.
Otra prioridad del Ejército es la Red Radio de Combate
El objetivo es cubrir las necesidades de transmisión de voz y datos desde nivel de brigada hacia abajo. Lo que significa recibir en el puesto de mando de una brigada el vídeo que graba un soldado en primera línea de un supuesto terrorista o la conversación entre los soldados. El sistema además debe ser seguro y resistente a ciberataques y disponer de redes militares propias para actuar en zona de operaciones. Ahora mismo, el sistema que existe tiene una capacidad de transmisión y conectividad limitadas, así como dificultades para el envío de vídeos. En la actualidad, un soldado puede transmitir un vídeo, pero no es posible contar con varios efectivos retransmitiendo vídeo y un jefe discriminando cada uno. Sobre todo, son necesarias nuevas radios de voz y datos. La conectividad es lo primero y luego hay que tener un sistema capaz de gestionar toda la información.
¿Qué calendario manejan para la llegada de las nuevas radios?
En el VCR 8x8, la financiación está asegurada, en cambio en la Red Radio de Combate no está asegurada. La prioridad es muy alta y existen programas en la DGAM para realizar unas primeras compras. El próximo año está prevista la adquisición de un lote de nuevas radios, pero el programa completo no está cerrado. Este lote permitirá suministrar equipos a zona de operaciones y entre uno y dos batallones para pruebas. Esa es la previsión.
El proyecto Fuerza 2035 echó a andar hace casi dos años, ¿cómo ha ido el plan de experimentación en esta primera fase?
El plan de experimentación se hizo pensando en el calendario de entregas de los VCR 8x8, sabiendo que podría haber algo de retraso. Al final, ha habido más retrasos de lo previsto. Por lo tanto, el plan no ha finalizado de forma redonda. Hemos experimentado parcialmente con muchos materiales cedidos por las empresas. Si todo hubiera marchado de acuerdo con las previsiones el informe debería haber estado listo a finales de este año. Como no hemos podido experimentar con el VCR 8x8 no sabemos, por ejemplo, que torre preferimos o si el sistema de combate funciona correctamente. Tampoco hemos evaluado el vehículo a nivel sección junto con otros equipos como las radios o los morteros. En todo caso, la Fuerza Terrestre ha hecho muchas fichas de experimentación. Desde el punto de vista estadístico, el plan ha acabado con buena nota, aunque no hemos realizado las pruebas más importantes. La otra parte importante que no hemos completado es la Red Radio de Combate. Nos hubiera gustado comprobar las diferencias de uso entre el pelotón, la sección, la compañía, el batallón; los anchos de banda; o el envío de datos.
La segunda edición del foro de Toledo, celebrado a principios de octubre, permitió estrechar lazos con las empresas, pero también profundizar por primera vez con las universidades
En Toledo, tuvimos un encuentro interesante con las universidades donde identificamos que tenemos que trabajar de forma más estrecha. El objetivo es interactuar entre Ejército, empresas y universidades. Por poner algún ejemplo, en Sevilla estamos trabajando en el mantenimiento predictivo de vehículos de cadenas y en Madrid en el mantenimiento predictivo de vehículos de ruedas. La idea en estos casos es aprovechar los datos almacenados en el ordenador de abordo de los vehículos y aplicar el big data y la inteligencia artificial para predecir futuras averías.