Poco a poco, las aguas vuelven a su cauce en la industria de defensa española después del cambio en la dirección de Indra. Ángel Escribano asumió hace apenas una semana la presidencia de la compañía, un cargo que ocupaba desde 2021 Marc Murtra, elegido para dirigir Telefónica. El movimiento es uno de los más destacados (e interesantes) de los últimos años en un sector con un creciente protagonismo al calor de las nuevas inversiones en defensa, pero que todavía no está acostumbrado a ocupar portadas y grandes titulares.
Aún es pronto para analizar el alcance real y las implicaciones, pero una vez superada la sorpresa inicial es un buen momento para hacer un repaso por los desafíos que tendrá el nuevo presidente de Indra. Para comenzar, Escribano hereda de Murtra en ambicioso plan para ganar músculo en el sector aeroespacial y de defensa y convertir a la empresa en campeón nacional. Con este objetivo, trabajará junto con el CEO de la compañía, José Vicente de los Mozos.
De entrada, Escribano parte con la ventaja de conocer a la perfección el sector de la defensa; lo que reduce sensiblemente el periodo de adaptación a la nueva 'casa'. El plan estratégico Leading the Future, presentado por Murtra y De los Mozos hace menos de un año, abarca el periodo 2024-2026, con la vista puesta en el 2030, así que prácticamente está por desarrollar. Desde la puesta de largo de la nueva hoja, Indra ha cerrado dos operaciones de calado; la toma del control en Tess Defence, el consorcio que gestiona el VCR 8x8, por 107 millones de euros, y la compra de Deimos por alrededor de 25 millones de euros. También destaca en el apartado internacional el acuerdo con la emiratí Edge para fabricar radares en Emiratos Árabes Unidos.
Todo apunta a que el siguiente paso, ya con Escribano como presidente, será también en Espacio con la adquisición de Hispasat. La operación -que rondaría los 650 millones de euros- está prácticamente cerrada, según distintas fuentes, después de meses de intensas negociaciones. La compra del operador satelital controlado por Redeia busca reforzar la posición en el sector espacial, donde la multinacional tecnológica tiene nueva filial -Indra Espacio- desde el pasado verano.
Otro de los temas que el nuevo presidente de Indra tendrá sobre la mesa será el futuro de Minsait. El consejo de administración de Indra puso en marcha en octubre el proceso de venta de Minsait Payments, la filial de pagos de la división de servicios de consultoría IT y transformación digital de la compañía. El plan estratégico, hay que recordar, contempla la venta de activos no estratégicos para hacer caja y abordar con mayor holgura operaciones de compra en los sectores aeroespacial y de defensa, al tiempo que abre la puerta a la entrada de accionistas en Minsait. La operación está acotada de momento a Minsait Payments, creada en 2020, que estaría valorada en unos 500 millones de euros.
Campeón nacional
Con el plan estratégico, Indra aspira a alcanzar una posición relevante en el mapa de la industria de defensa en Europa, en plena reconfiguración a raíz de la apuesta de la Unión Europea por el desarrollo de nuevas capacidades militares. El objetivo de la compañía es lograr una facturación de 6.000 millones en 2026 -1.700 más que en el último ejercicio- y llegar a 10.000 millones en 2030. El camino más directo para obtener estas cifras, y también el más realista para los expertos, es el crecimiento inorgánico, es decir, las adquisiciones.
En España, la compañía tiene clara la principal meta: ser el campeón nacional en Defensa. Una figura que de forma recurrente centra el debate en el sector en escenarios sobre todo de incremento como el actual. Tras la toma de control de Tess Defence, Indra tiene que demostrar este año con Escribano al frente de la compañía que es capaz de virar el rumbo y reconducir el programa del Vehículo de Combate sobre Ruedas (VCR) 8x8 Dragón del Ejército de Tierra.
Este proyecto, que cerró el año pasado sin entregas de vehículos, es una prueba de fuego para Indra como accionista mayoritario de Tess Defence. El Ministerio de Defensa sigue muy de cerca el programa e incluso está dispuesto a imponer sanciones a las empresas del consorcio industrial, del que forman parte como socios minoritarios GDELS-Santa Bárbara Sistemas, EM&E Group y Sapa. Desde la dirección de Indra aseguraron a finales de 2024 que la previsión es entregar un centenar de vehículos para 2025.
Pero los retos de Escribano en Defensa no solo están en tierra firme. Indra es el coordinador nacional del FCAS, el Futuro Sistema de Combate Aéreo, que reúne a principales empresas del sector aeroespacial de España, Francia y Alemania. El proyecto, el mayor y ambicioso de defensa en marcha en Europa, entra en los próximos años en una fase decisiva con el desarrollo de las tecnologías que llevarán desde el futuro caza de nueva generación, hasta los operadores remotos, pasando por nuevos sistemas como la nube de combate, donde Indra tiene un papel protagonista.