El Ejército de Tierra español ha iniciado los trámites para la adquisición de sistemas de morteros sobre vehículos. Este es uno de los materiales que el Ejército de Tierra quiere incorporar dentro del proyecto Fuerza 35 en los próximos años para modernizar el equipamiento de las unidades de artillería.
El Mando de Apoyo Logístico del Ejército (MALE) tiene en marcha un primer contrato para la compra de estos morteros por un importe superior a los ocho millones de euros (8.246.460 euros).
La información disponible sobre el expediente es poca. La reseña en la Plataforma de Contratación del Estado solo indica que el contrato se encuentra en fase de evaluación y se está gestionando mediante procedimiento negociado sin publicidad -lo que permite negociar directamente con una empresa, sin lanzar un concurso abierto-.
Todo apunta a que en este primer contrato el Ejército de Tierra seguirá los pasos de la Infantería de Marina y apostará por el sistema de mortero embarcado Eimos de 81 mm de Rheinmetall Expal Munitions. La Infantería de Marina ya tiene en servicio varias unidades de este modelo.
Programa en la DGAM
De forma paralela, la Dirección General de Armamento y Material (DGAM) tiene un programa en marcha para la compra de morteros embarcados para las Fuerzas Armadas. Este proyecto, pendiente de aprobación por el Consejo de Ministros, tiene un presupuesto de 125 millones hasta 2027 –35 millones en el presupuesto de Defensa de este 2023-.
En el caso del Ejército de Tierra, el plan es instalar morteros –tanto de 81 mm como de 120 mm- en distintas plataformas: el Vamtac ST5, sobre el que se ha instalado el Eimos de Expal para la Infantería de Marina; el Vehículo de Combate sobre Ruedas (VCR) 8x8; y también el futuro Vehículo de Apoyo de Cadenas (VAC). Respecto a las características, busca alcances superiores a los 10 kilómetros y capacidad MRSI (disparo de varios proyectiles con impacto simultáneo), entre otras.
Además del Eimos de Expal, existen otras opciones en el mercado, como publicó Infodefensa.com. El Ejército de Tierra ya ha tenido la oportunidad de evaluar sistemas como el Alakran de la española NTGS –que admite tubo de 81 y 120 mm- y sigue muy de cerca la evolución de desarrollos como el mortero Cobra de Ruag o la torre con mortero Amos/Nemo de Patria.
El Ejército de Tierra tiene experiencia en este tipo de sistemas. En la misión en Afganistán, desplegó el sistema de mortero israelí Cardom del que hay seis unidades en servicio en la actualidad.