La feria bienal Paris Air Show es esta semana el gran escaparate mundial en el que la industria aeroespacial y de defensa presenta sus novedades en el ámbito civil y militar. Cuatro años después de la última edición, en 2021 no pudo celebrarse por la pandemia de la Covid, el salón internacional regresa con fuerza. Ninguna de las grandes firmas del sector ha querido faltar a una cita muy esperada.
En la parte militar, a falta de pedidos y contratos, destaca la presencia del avión de transporte A400M, los aviones de combate F-35, Eurofighter o Rafale, y la versión de vigilancia marítima del C295. También están presentes el archiconocido helicóptero de ataque Apache o el helicóptero de transporte Chinook en su versión más avanzada, la Foxtroot.
Nada más salir de los pabellones, el visitante encuentra un A400M del Armée de l'air et de l'espace. En esta edición de la feria, las Fuerzas Armadas galas han querido mostrar la capacidad de esta aeronave para el transporte de medios terrestres ligeros de operaciones especiales y paracaidistas.
El A400M acude a la feria en busca de nuevos pedidos, tras los recientes éxitos comerciales en Kazajistán e Indonesia. El avión ha demostrado, una vez más, de lo que es capaz en la evacuación de civiles en Sudán. En este operativo, el Ejército del Aire y del Espacio español desplegó tres aparatos.
Los asistentes también pueden ver en la exposición exterior el presente y futuro de la aviación de combate; desde el Rafale de Dassault, hasta el F-35 de la estadounidense Lockheed Martin, pasando por el Eurofighter o el M-346 de Leonardo.
Y, como no, también está el FCAS (Futuro Sistema Aéreo de Combate); una maqueta en tamaño real del futuro caza NGF, la pieza central del proyecto europeo en el que por el momento participan España, Francia y Alemania. El programa liderado por Indra, Dassault y Airbus DS Alemania acaba de iniciar la fase de I+D y desarrollos tecnológicos que finalizará con los primeros prototipos en torno a 2028.
Dassault juega en casa y se nota. La compañía gala, además de llevar un avión Rafale, presume de sus éxitos comerciales con un gran estand con maquetas de todos los cazas de este modelo en servicio o contratados hasta la fecha. El avión, además de las Fuerzas Armadas francesas (Marina y Ejército del Aire y del Espacio), ha sido vendido hasta la fecha a Grecia, Croacia, India, Indonesia, Qatar y Emiratos Árabes Unidos.
El consorcio Eurofighter aterriza en la feria, tras los pedidos de España (Halcón) y Alemania (Quadriga), y expone sus propuestas para los programas de adquisición de nuevos aviones de combate que planean dos de los socios del programa, España (Halcón II) e Italia. La exposición de material incluye, por cierto, un Eurofighter español del Ala 11 (Morón de la Frontera).
No muy lejos del caza europeo está el estadounidense F-35. Hay que recorrer casi los dos kilómetros de la exposición exterior de la feria para ver el caza. Lockheed Martin expone una de sus joyas en Paris Air Show después de incrementar los últimos años el número de clientes del caza en Europa. Suiza, Finlandia, Grecia, Alemania o Rumanía han apostado por este avión de combate de quinta generación.
Entre las novedades en el ámbito militar también destaca la versión de vigilancia marítima (MSA) del C-295 de Airbus, un avión que la compañía aeroespacial ensambla, al igual que el A400M, en su factoría sevillana de San Pablo. España es uno de los países interesados en esta versión para sustituir sus veteranos CN-235 que hacen labores de vigilancia marítima.
En la aviación de transporte asimismo sobresale la presencia de KC390 -por partida doble- de la brasileña Embraer. La compañía expone en el que será el primer KC390 de Portugal y el primero de un país OTAN, junto con un aparato en servicio en la Fuerza Aérea brasileña.