El Ministerio de Defensa prepara el lanzamiento de dos grandes programas muy esperados tanto por la industria como por las Fuerzas Armadas con un presupuesto conjunto de más de 120 millones de euros para la compra de sistemas remotamente tripulados (RPAS) de las categorías Micro (menos de dos kilos) y Mini (entre 2 y 20 kg). Esta inversión, repartida durante los próximos cincos años, busca dotar al Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire y del Espacio con nuevos drones de última generación.
Ambos programas superaron a mediados de abril el primer trámite. El Gobierno dio luz verde al Ministerio de Defensa para adquirir compromisos de gastos en los próximos ejercicios con el fin de financiar la compra de drones junto con otras necesidades como la adquisición de misiles antiaéreos Mistral 3 o la modernización de sistemas del programa de inteligencia Santiago.
Defensa ha hecho ya una primera distribución por años de la inversión, aunque desde el ministerio detallan a Infodefensa.com que “el montante de cada uno de ellos todavía está pendiente de confirmar por Digeneco (Dirección General de Asuntos Económicos)”. En el caso de los drones Micro, la idea es destinar 41,8 millones, distribuidos de la siguiente forma: 2 millones en 2023; 10,7 millones en 2024; 11,1 millones en 2024; 10,1 millones en 2026; 6,3 millones en 2027, 984.000 euros en 2028 y 480.000 euros en 2029.
Para los drones Mini, la inversión prevista asciende a 79,2 millones repartidos así: 2 millones en 2023; 22,2 millones en 2024; 23,7 millones en 2025; 22 millones en 2026; 7,9 millones en 2027 y 1,4 millones en 2028.
Durante los últimos años, las Fuerzas Armadas han evaluado varios modelos de drones Micro y Mini de fabricación española en el marco del programa Rapaz. Algunos después han sido adquiridos en pequeñas cantidades para dotar a las unidades.
A falta de conocer más detalles, los nuevos programas permitirán la compra de drones en cantidades ya considerables para generalizar su empleo. El Ejército de Tierra, por ejemplo, planea extender su uso desde hace algún tiempo ya.
Hace dos años, como publicó Infodefensa.com, el plan era adquirir en torno a 300 sistemas RPAS Mini y Micro, cada uno con varios drones (dos o tres), sistemas de lanzamiento y recogida y equipos de control en tierra. Ahora todo apunta a que podrían necesitar más, sobre todo, visto el uso masivo de estos sistemas en conflictos modernos como la guerra en Ucrania. El Ejército de Tierra quiere dotar con los drones Micro a sus unidades tipo compañía o similar y con los Mini de ala fija a las unidades tipo batallón.
Drones en servicio
Las Fuerzas Armadas ya cuentan con distintos modelos de las dos clases de drones en servicio. El más extendido es el Raven de la estadounidense AeroVironment con un peso de apenas dos kilos y un metro de envergadura. Las Fuerzas Armadas tienen en torno a 80, la mayoría en el Ejército de Tierra, aunque también lo opera el Ejército del Aire y del Espacio.
También está en servicio el Black Hornet con un peso de solo 33 gramos, encuadrado por tanto en la categoría Micro. Este dron lo utilizan las fuerzas de operaciones especiales (MOE, FGNE y Ezapac) y la Brigada de la Legión.
Las unidades de los Ejércitos y la Armada también han recibido en los últimos años distintos sistemas –en pequeños lotes- para experimentación en el marco del programa Rapaz de la DGAM como el Mantis de Indra, el Seeker de GMV y Aurea Avionics, el Tucan de SCR o el Alpha 900 de Alpha Systems. La Armada además ha adquirido un lote de nuevos drones M5D Airfox de Marine Instruments.
Drones para la UME
En paralelo, la Unidad Militar de Emergencias (UME) ha puesto en marcha un plan de compra de drones y ha iniciado la evaluación de sistemas de diseño nacional tras presentar a la industria sus necesidades. Defensa planea invertir 40 millones de euros en esta unidad que tendrá su base en León y estará plenamente operativa en 2025.