Tal día como hoy, 28 de mayo pero del año 722, se produjo la Batalla de Covadonga. En la primavera del año 711 Tariq ibn Ziyad desembarcó en la bahía de Algeciras, en lo que fue el inicio de un fulgurante avance de los ejércitos del Califato Omeya por la Península Ibérica hasta la cornisa cantábrica, donde esta batalla supuso un punto de inflexión.
El avance del Islam perduró al menos diez años más por el este, donde no fueron detenidos hasta la batalla de Poitiers, el 10 de noviembre del 732, en la que se logró detener la dispersión musulmana por Europa.
Durante los siguientes 800 años, cristianos y musulmanes convivieron en la Península Ibérica entre guerras, paces, acuerdos y desacuerdos que fueron relegando a los segundos cada vez más al sur hasta que en 1492, los reyes de los mayores reinos peninsulares, Isabel de Castilla y Fernando de Aragón, tomaron Granada, era el 2 de enero.
La Batalla de Covadonga tuvo lugar en el actual municipio de Cangas de Onís, concretamente a los pies del monte Auseva, y obligó al general Al Quama a retirarse.