El gigante aeroespacial y de defensa Airbus ha dejado definitivamente atrás las dificultades por las que atravesó como consecuencia de la pandemia. Tras la caída del 13% en su negocio de defensa que experimentó en 2021, el balance de 2022 que la empresa acaba de publicar recoge una subida en este área del 25%. Con ella el grupo franco-germano-español no solo recupera los números de los años anteriores, si no que los supera notablemente.
Los nuevos datos confirman las palabras que su consejero delegado, Guillaume Faury, pronunció hace un año describiendo 2021 como “un año de transición en el que, tras hacer frente a la pandemia, dedicamos nuestra atención a la recuperación y el crecimiento”. Ese crecimiento ha llegado ahora con fuerza a la actividad de defensa de la compañía, que ha pasado de los 9.175 millones de euros obtenidos en 2021 a los 11.491 millones del último ejercicio. Con esta evolución en su negocio militar, la compañía supera notablemente además los 10.517 millones que ingresó en 2020 (un 4% más, a su vez, de los 10.085 millones registrados en 2019).
Airbus cuenta con un segmento de negocio específico en el que agrupa sus actividades en el sector de defensa, excepto las que tienen que ver con helicópteros, junto a las del ámbito espacial, denominado Airbus Defence and Space. Los ingresos atribuidos a esta división aumentaron un 11%, atribuido principalmente al incremento del volumen en Military Aircraft, que es la sección encargada de los aviones militares, y a la futura aeronave no tripulada Eurodrone.
Pérdida de dos satélites
Sin embargo, los resultados de explotación de la compañía reflejados en su EBIT (beneficios antes de intereses e impuestos, deterioro de valor del fondo de comercio y extraordinarios) ajustado cayeron hasta los 384 millones de euros, frente a los 696 millones registrados en 2022, lo que equivale a una caída del 45%. En su balance, Airbus atribuye este desplome “principalmente al deterioro causado por la pérdida de dos satélites Pleiades Neo en diciembre y a los retrasos en el lanzador Ariane 6, así como al impacto del aumento de la inflación”. De este modo excluye a la actividad de defensa de este descenso. De hecho, apunta que los malos datos del EBIT ajustado “se vieron compensados en parte por un mayor volumen en Military Aircraft, por el crecimiento del Eurodrone y por el efecto positivo de las obligaciones de retiro contabilizadas en el primer trimestre”.
Dos aviones A400M más que en 2021
El año pasado, la compañía entregó en total diez aviones de transporte A400M, lo que supone dos más de los suministrados en 2021.
A lo largo del último ejercicio, lo nuevos encargos recibidos por Airbus Defence and Space alcanzaron los 13.660 millones. Entre ellos se encuentran el contrato de la Fase 1B del programa de Futuro Sistema Aéreo de Combate (FCAS) de Francia, Alemania y España, que contempla el desarrollo de un demostrador del futuro avión de combate de sexta generación incluido en la iniciativa; el contrato de la futura aeronave no tripulada Eurodrone, del que se construirán varias decenas para Alemania, Francia, Italia y España, y la compra de una veintena de cazas Eurofighter para el Ejército del Aire y del Espacio español. La cartera acumulada por Airbus Defence and Space sumaba al terminar el año 36.426 millones de euros, un 6% más que doce meses antes.
Casi 58.800 millones para todo el grupo
Teniendo en cuenta exclusivamente la actividad de defensa de Airbus, sus ingresos también parecen garantizados para los próximos años, gracias a una cartera de pedidos acumulada que al finalizar 2022 ascendía a 47.242 millones de euros, un 10% más que doce meses antes y suficiente como para mantener los ingresos en los niveles actuales durante al menos otros cuatro ejercicios.
En el conjunto de todo el grupo, los ingresos del último año han ascendido a 58.763 millones de euros, un 13% más que en 2021, año en el que ya experimentaron una subida del 4%.