Tal día como hoy, 3 de febrero, pero de 1522, se produce la revuelta de Toledo. El enfrentamiento tuvo lugar entre comuneros y realistas en el marco de las revueltas de las Comunidades de Castilla (1520-1522).
La revuelta del 3 de febrero tuvo como consecuencia la derrota definitiva de los antiguos rebeldes y la huida de María Pacheco, líder comunera y esposa del general comunero Juan de Padilla, que había muerto el año anterior.
La capitulación de Toledo en octubre de 1521 no provocó la paz en la ciudad; por un lado estaban los comuneros, de la mano de Pacheco, y por otro, las autoridades del rey Carlos I, que pretendían llevar a cabo la represión y anular el acuerdo alcanzado.
En la noche del día 2 de febrero, una multitud de hasta 2.000 hombres armados se unieron en la casa de Pacheco, pero las autoridades detuvieron al líder y lo condenaron a muerte. Al día siguiente, los comuneros intentaron librarlo de la cárcel, comenzando los primeros enfrentamientos.
La batalla continuó durante varias horas hasta que la condesa de Monteagudo declaró una tregua que provocó la derrota de los comuneros y que Pacheco aprovechó para huir a Portugal. En dicho país se mantuvo exiliada hasta su muerte en 1531.
La persecución a los comuneros continuó durante dos meses más. Finalmente, el 23 de febrero tuvo lugar una concordia de fidelidad al monarca. En abril, la ciudad recuperó la normalidad.