España ha seleccionado el misil antibuque NSM (Naval Strike Missile) del fabricante noruego Kongsberg Defense & Aerospace (KDA) para las futuras fragatas F-110 y a las actuales F-100. En el caso de estas últimas, el sistema será integrado en la actualización de media vida que la Armada tiene previsto efectuar en estos buques para prolongar su servicio al menos otras dos décadas más.
La noticia fue adelantada hace unas semanas por la prensa noruega, citando fuentes de la propia compañía, como recoge Infodefensa.com. La Armada española, a preguntas de este medio, confirma la selección de este misil y señala además que el NSM sustituirá al misil RGM-84 Harpoon. “Nuestras fragatas están equipadas actualmente con el veterano misil RGM-84 Harpoon de la empresa americana Boeing. Este misil, de finales de los años 80, está llegando al final de su vida útil”, recuerda la Armada.
También ofrece detalles sobre el proceso seguido. Ante la necesidad de reemplazar el Harpoon, argumenta, se creó “un grupo de estudio para determinar cuál debería ser su sustituto misil, para incorporarlo tanto a las nuevas fragatas F-110, como a las F-100 Álvaro de Bazán tras su modernización”. Y agrega: “El grupo de estudio evaluó varias alternativas y se mantuvieron entrevistas con importantes empresas del sector. Finalmente, el misil elegido por la Armada es el Naval Strike Missile (NSM), desarrollado por la empresa noruega Kongsberg Defence & Aerospace”.
Capacidad de ataque a tierra
Con este misil, las fragatas de la Armada obtendrán además la capacidad de realizar ataques selectivos a objetivos en tierra. El NSM cuenta con un sistema de navegación con GPS militar y un altímetro láser que le permiten sobrevolar tierra haciendo lo que se conoce como Comparación de Terreno. En este modo, adquiere el blanco con el mismo sistema de identificación por imágenes que emplea contra buques.
Se trata de un misil de última generación, con un alcance superior a los 300 kilómetros y una velocidad de 0,9 Mach. El NSM selecciona su objetivo mediante un novedoso sistema de identificación inteligente de imágenes infrarrojas que emplea unas sofisticadas cámaras y procesa las imágenes con un complejo algoritmo de reconocimiento del objetivo. Este sistema le permite discriminar al blanco deseado entre otros buques o señuelos y sortear cualquier obstáculo que se encuentre en su trayectoria, lo que evita impactos ciegos o adquisiciones de blancos no deseados, cuestión de vital importancia, resalta la Armada, en un arma del tipo “dispara y olvida” como son los misiles antibuque.
La Armada subraya que su fuselaje, con diseño furtivo y materiales que absorben la radiación, junto con su perfil de vuelo roza olas, hacen de este misil un blanco muy difícil de detectar y neutralizar. Destaca también su capacidad de generar daños en el objetivo gracias a una cabeza de combate de alto explosivo revestida con una carcasa de titanio y una espoleta de última generación configurable según el nivel de penetración en función del blindaje y los daños deseados en el blanco.
Versión para el F-35
EL NSM se encuentra en servicio en la Marina Real Noruega (Sjøforsvaret), y ha sido adquirido por marinas de gran entidad como son la US Navy, la Royal Australian Navy, la Royal Canadian Navy y la Deutsche Marine, así como por el US Marine Corps. Su versión aire-superficie, denominada Joint Strike Missile, será el arma principal antibuque del Joint Strike Fighter F-35, un avión de combate por el que tanto la Armada como el Ejército del Aire y del Espacio ya han mostrado interés.
En el caso de la Armada, no hay que olvidar que el caza de Lockheed Martin, en la versión B de despegue y aterrizaje vertical, es el único sustituto que existe en el mercado para los también veteranos Harrier que operan desde el LHD Juan Carlos I y que serán retirados a finales de esta década.