El embajador británico en España, Hugh Elliott, ha reconocido que las amenazas para la OTAN no están únicamente en el este de Europa sino también, como ha advertido siempre el Gobierno español, en el flanco sur (Magreb y Sahel), por lo que la Alianza debe ampliar su campo de visión e incluir ese áera. Para el diplomático, la solución para ambos frentes es la misma: "Ganar la guerra de Ucrania". Es decir, debilitar a Rusia y evitar así su influencia internacional en áreas tan cercanas geográficamente a Europa como África, aunque también reconoce que más allá de Vladimir Putin en la región hay otras amenazas hacia las que mirar.
El diplomático ha sido contundente a la hora de ampliar el campo de afección del problema. "La acción de Putin ha llevado a una inestabilidad global", ha dicho. Elliott también ha asumido que la guerra de Ucrania se alargará en el tiempo y que el éxito final llegará si Occidente no deja de ayudar a los ucranianos: "Debemos mostrar una resistencia a largo plazo. Una resistencia estratégica con apoyo humanitario, geopolítico, militar…".
Elliott realizó estas declaraciones acompañado por el agregado de Defensa británico, capitán de navío Ian Clarke, en un encuentro con la Asociación de Periodistas de Defensa (Apdef), encabezada por su presidente Miguel Ángel de la Cruz (Antena 3) y de la que forma parte Infodefensa.com.
Rusia, China, terroristas y guerra híbrida
España lleva años pidiendo a la OTAN que mire hacia el sur por varios motivos. Uno es la influencia rusa en la zona, como ahora se puede comprobar con el caso de Argelia, otro es la influencia china, más silenciosa pero igual de preocupante a largo plazo. Pero hay más. Hay terrorismo. Y hay todo un ejército desligado de la vieja Libia de Gadafi, armado y bien formado, que regresó a sus tierras al norte de Mali tras la caída del dictador y se desplegó por en un territorio imposible a los pies del Sáhara. Un ejército de cuyas facciones se puede esperar cualquier cosa. Pero sobre todo hay y habrá presión demográfica. Y donde hay presión demográfica hay que hablar de grupos criminales que transforman a las personas en ganado, de fanáticos que los alistan y de Gobiernos que los convierten en armas, ya sea por intereses propios o por alianzas con terceros, llámense rusos, chinos o como sea. Ejemplos de esto ya hemos visto, ahí están Marruecos lanzando a menores contra la frontera española o Bielorrusia enviando refugiados de Oriente Próximo contra la frontera polaca. Ambos casos han dejado claro que el uso de la población civil como arma de la guerra híbrida es un hecho.
En este contexto, además, hay que tener en cuenta que si ahora los movimientos migratorios son importantes, en el año 2050 el 25% de la población mundial será africana. De hecho, solo Nigeria (precisamente excolonia británica) superará los 400 millones de habitantes en esa fecha. Está claro que, por cercanía, los países africanos que no crezcan tanto absorberán una parte, pero el resto se irá.
Una ofensiva humantiaria pero también legal y táctica
Elliott ha explicado que Reino Unido, al igual que España, es plenamente consciente de este problema, que de hecho aparece recogido en su estrategia de Defensa, según ha explicado el diplomático. En ese Libro Blanco también aparece la solución: actuar en todos los frentes al mismo tiempo, tanto el humanitario en el caso de los inmigrantes como legal en el de los grupos criminales o el táctico si se habla de terrorismo o guerra híbrida. El gran inconveniente es que la OTAN es una organización defensiva, es decir, solo contesta cuando es provocada, nunca actúa antes, así que depende de los Gobiernos occidentales el posicionarse en la zona por su cuenta. Para el embajador, además, esto hay que hacerlo "todos juntos" e involucrar a la OTAN en la medida de lo posible.
Si bien la influencia China crece por momentos en el mundo (no solo en África), el diplomático ha recalcado que el principal problema ahora mismo es Rusia y, como tal, será el eje central sobre el que girará la Cumbre de la OTAN que se celebrará en Madrid del 28 al 30 de este mes. Para el embajador, lo único positivo de esta situación es que la invasión de Ucrania ha cohesionado más aún a la OTAN y la ha revitalizado. "La OTAN está demostrando que es más importante que nunca, no solo para hacer frente a esta crisis, de la que se hablará en el encuentro en Madrid, sino de la seguridad y las amenazas que aparecen en el Mediterráneo o las que provienen del flanco sur", ha asegurado.
En este sentido, ha agradecido el compromiso de inversión del 2% del PIB lanzado por España (Reino Unido invierte el 2,2), y ha recordado la buena relación en Defensa entre ambos países.
La ayuda británica a Ucrania
Respecto a la aportación británica al conflicto en ayuda de los ucranianos, el embajador ha explicado que su país ha enviado 3.000 millones en ayuda humanitaria y militar, han sancionado a 1.000 pesonas y se han incautado en total de 117.000 millones.
Además, los británicos, ha anunciado el diplomático, acaban de poner en marcha un programa para que 10.000 solados ucranianos puedan formarse en Reino Unido cada diez meses.