El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, clausuró ayer el Primer Congreso Nacional de Emergencias y lo hizo zanjando el reto que planteó a la organización su subsecretaria, Isabel Goicoechea, durante la inauguración sobre la necesidad que este primer encuentro se convirtiera en el eje que vertebre la relación entre profesionales, administraciones y empresas. Con sus palabras y un par de gestos de reconocimiento, Marlaska dio por conseguido el reto ante Ángel Macho, director del congreso y CEO de IDS.
Marlaska y el director de Protección Civil Leonardo Marcos en Hisdesat.
“Quiero felicitar a los organizadores”, dijo el ministro desde el atril, “y animarlos a seguir profundizando en esta vía de colaboración entre las Administraciones y empresas”. Marlaska calificó el certamen, que reunió a más de 300 delegados que asistieron a tres ciclos en paralelo de conferencias con 65 ponentes, un área de exposiciones interior y otra exterior de demostraciones, de “magnífica iniciativa” y auguró “que se convertirá en una cita periódica ineludible para seguir debatiendo sobre la situación actual y futura” del sector.
El ministro dio por cumplido el principal objetivo del Congreso, “acercar las emergencias al mundo empresarial”. Es más, para el ministro, el éxito del congreso lo ha convertido en un evento “necesario”, sobre todo, dijo, porque “llega en un momento crucial después de dos años de situaciones de gravedad en el ámbito de la Protección Civil”. Marlaska aprovechó el inciso para felicitar la labor de todos los equipos de emergencias desplegados a lo largo y ancho del territorio nacional durante la “pandemia, Filomena, el volcán de Cumbre Vieja, la campaña de incendios, la crecida del Ebro, las DANA, las inundaciones…”. El ministro, que inició su intervención lanzando un mensaje de ánimo a los tres bomberos heridos en Málaga, quiso escapar de triunfalismos pero al mismo tiempo reconocer la labor de los profesionales que se juegan la vida por cuidar de los demás, de sus posesiones, del medio ambiente o incluso del patrimonio cultural de todos.
Marlaska y Macho en el estand de Cristanini.
Marlaska insistió en la necesidad de “unos servicios públicos bien financiados y con profesionales” pero advirtió, en un nuevo llamamiento a la colaboración de las empresas del sector, que esta política pública no se pude desarrollar sin el conjunto de la sociedad y, por supuesto sin la participación del mundo empresarial”. Y precisamente esa participación es de la que el ministro se congratuló durante su visita al congreso.
El ministro voló un dron en Valencia desde Madrid
Una vez clausurado el ciclo de conferencias, el ministro visitó todas y cada una de las empresas o instituciones expositoras, como la Guardia Civil, la Policía Nacional, Cristanini, Pegasus, Aero Group, Babcock, Ibatech o Hisdesat, entre otras, donde charló con los expositores y conoció de primera mano alguna de las últimas tecnologías presentadas en el certamen. Marlaska incluso participó de las demostraciones volando un dron a distancia (el sistema, diseñado para reconocimiento en lugares de difícil acceso, estaba en Valencia y el ministro en Madrid) de la empresa UAV Works. También se interesó por la burbuja de aislamiento portátil de Lost Simetry y otros sistemas expuestos. En el exterior, la zona de demostraciones incluía los puntales de elevación y estabilización de vehículos como herramienta de excarcelación a batería en accidentes de tráfico de Urban Technology y un camión Iveco 4x4 GOIT equipado para emergencias a cuyos expositores, un equipo de la Policía Nacional, fue al primero que saludó el ministro nada más bajar del coche oficial.
Marlaska frente a los mandos y la pantalla del dron de UAV Works.
El Primer Congreso Nacional de Emergencias da así por concluidos dos días en los que por primera vez se reunieron en el mismo contexto empresas, administraciones y profesionales en una toma de contacto que se espera siente las bases de futuros desarrollos y mejoras para el sector.
Marlaska en el estand de la Guardia Civil.