La oposición conservadora alemana presiona para que el Gobierno del canciller Olaf Scholz autorice cuanto antes el envío a Ucrania de carros de combate Leopard 2A4 del Ejército de Tierra español.
Según la normativa alemana de exportación de material de defensa, cada venta de armamento o equipos militares incluye una cláusula de destino final en la que el comprador debe pedir autorización a Berlín para la entrega a un tercer país de material de fabricación germana. Por lo tanto, España dependería del visto bueno final de Alemania en el caso de los Leopard 2A4.
Alemania primero alquiló, en 1995, y después vendió, en 2005, un centenar de carros Leopard de la versión 2A4 a España. Desde 2012, la mitad prácticamente -53 carros de combate- están almacenados en las instalaciones de la Agrupación de Apoyo Logístico nº 41 (Aalog 41) en Zaragoza. Parte de este lote es el que podría acabar en Ucrania. El otro medio centenar restante permanece operativo en los regimientos de caballería de las comandancias de Ceuta y Melilla.
Partidos como la Unión Cristianodemócrata (CDU) y la Unión Socialcristiana (CDU/CSU) y hasta socios de Scholz como Partido Liberal (FDP) han exigido acelerar los trámites para la autorización, en cuanto España la solicite. “Espero que el ministro de Economía Robert Habeck dé la autorización de la forma más rápida posible. No tenemos tiempo para debates. Ante los ataques rusos a objetivos ucranianos con artillería pesada tenemos que actuar con celeridad", dijo Strack-Zimmermann de FDP a la revista Der Spiegel, informa Efe.
"Si España quiere enviar los Leopard 2 el Gobierno alemán debe hacerlo posible de manera rápida", declaró Johann Wadephul de la CDU/CSU al diario Augsburger Allgemeine.
Una docena de carros
Aunque se ha hablado de que España podría llegar a enviar hasta 40 carros Leopard 2A4, fuentes consultadas por Infodefensa.com, reducen a una docena los vehículos que se enviarían al final. En todo caso, la entrega no sería inmediata.
Los carros, inactivos desde hace años, deberían pasar una actualización y puesta a punto que requeriría en torno a un mes. Los vehículos permanecen prácticamente hibernados, sin baterías y otros componentes principales, que pueden dañarse por la falta de actividad. No está claro quién haría estos trabajos. Una opción es realizar las tareas en los parques de mantenimiento vehículos acorazados del Ejército de Tierra y la otra contratar a empresas. Por el momento, tampoco se conoce si España ya ha pedido a Alemania autorización para la entrega de los carros a Ucrania.
Formación de tripulaciones
El envío de estos vehículos implicaría también la formación de las tripulaciones ucranianas. Este adiestramiento constaría de dos fases, según señala El País, citando fuentes de Defensa. La primera se realizaría en Letonia, por parte del personal del Ejército de Tierra que opera en el país báltico media docena de Leopardo 2E, dentro de la misión Presencia Avanzada Reforzada (EFP) de la OTAN. Y, la segunda, en España.
Por su parte, el Ministerio de Defensa español ni confirma ni desmiente oficialmente el envío. España es uno de los pocos países de la OTAN que todavía no ha entregado armamento pesado, a pesar de recibir varias peticiones del Gobierno de Kiev. La ministra, Margarita Robles, ha asegurado en las últimas intervenciones que el departamento continuará enviando armamento a Ucrania, aunque ha insistido en que la situación obliga a hacer las entregas con discreción y a no revelar detalles del material facilitado, algo que, por otra parte, están haciendo otros países como Estados Unidos, Reino Unido o la propia Alemania incluso por las vías oficiales.