Argelia se prepara para hacer frente a Marruecos y a sus recientes adquisiciones de drones kamikaze a la empresa Israel Aerospace Industries por valor de 22 millones de dólares. La escalada de tensión entre ambos países llevó a Argelia a adquirir hace unos meses un nuevo sistema de guerra electrónica para detectar UAV y, ahora, ha realizado un pedido de una docena de drones de combate CH-5 Rainbow a la compañía CASC (Corporación de Ciencia y Tecnología Aeroespacial de China).
Esta nueva aeronave se suma a los CH-3 y CH-4 que ya están en servicio. El lote completo se entregará a partir de marzo de 2022, según aparece publicado en el blog argelino Menadefense.
Este dron, más grande y pesado que sus anteriores modelos, tiene un rendimiento bastante similar al MQ9 Predator de General Atomics. El dispositivo puede volar durante 60 horas seguidas o recorrer 10.000 kilómetros sin necesidad de aterrizar, transportando una tonelada de carga útil, lo que se corresponde con hasta 16 misiles antitanque del tipo AR-1 y 2 o HJ-12.
Una de las ventajas del CH-5 es que puede trabajar en tándem con el CH-4 y el CH-3 en misiones de ataque o de recopilación de información y puede alcanzar una altitud de hasta nueve kilómetros.
Competición de compras
Rabat sigue invirtiendo en la modernización de su ejército con continuas compras y cierres de contratos multimillonarios. Ambos países africanos han iniciado una competición en compras para reforzar su seguridad. Además en respuesta a esto, Argelia ha encargado también el WingLoong 2, que elevará el número de drones de ataque de las fuerzas aéreas a unos 60 para finales de 2022.
Sin embargo, la construcción de dos fábricas de vehículos aéreos no tripulados en Marruecos y el aumento de la producción que esto conllevará es una noticia que sigue generando preocupación.