Navantia ha confirmado que el contrato con Marruecos para la construcción de un patrullero para su Marina Real continúa según lo acordado. La compañía pública sale así al paso de las recientes informaciones que apuntaban a que el proyecto, anunciado en enero de este año, había sido paralizado por el Gobierno marroquí.
Fuentes del constructor naval señalan a Infodefensa.com que en la actualidad los trabajos de ingeniería continúan sin contratiempos y además se han aprobado licitaciones para la compra de material “en las fases y tiempos establecidos”. El patrullero, según el calendario que maneja Navantia, comenzará a construirse el próximo año en el astillero de San Fernando (Cádiz), un centro que está inmerso en estos momentos en el programa de las corbetas para Arabia Saudí.
La idea es que el proyecto del patrullero marroquí mantenga la carga de trabajo en unos talleres en los que la actividad ha decaído en los últimos meses ante el avance del programa saudí, y se beneficie también de toda la cadena de producción y de los procesos implantadas para la construcción de las corbetas saudíes.
El buque estará basado en la familia Avante de Navantia. En concreto, será muy parecido a los Buques de Vigilancia del Litoral (BVL), construidos para la Armada venezolana a principios de este siglo, también en el astillero de San Fernando. Este tipo de embarcaciones están preparadas para realizar diversas operaciones de litoral: protección y vigilancia; control del tráfico marítimo; apoyo logístico mediante provisiones y personal; operaciones de búsqueda y rescate; interdicción marítima; defensa en superficie y guerra electrónica pasiva.
Opción de un segundo patrullero
El contrato con Marruecos abre la puerta además a continuar la serie con un segundo patrullero para la Marina de este país. “El proyecto ha contado con el apoyo institucional del Gobierno y su éxito abre la puerta a la contratación de otras unidades similares, lo que implicaría más horas de trabajo y más empleo para la industria naval”, explicó en enero de este año Navantia, tras el anuncio del acuerdo.
El acuerdo supondrá en principio un millón de horas de trabajo para los astilleros de la bahía de Cádiz y cerca de 250 empleos durante los próximos tres años y medio.
No es la primera vez que el constructor naval español cierra un contrato con Marruecos. La antigua Empresa Nacional Bazán -hoy Navantia- entregó en 1982 la corbeta Teniente Coronel Errahmani (F-501) para la Marina Real marroquí. El patrullero de altura, en servicio desde 1983, fue construido en las instalaciones de Ferrol y forma parte de la clase Descubierta. A principios de esa década, Bazán construyó en San Fernando (Cádiz) otros cuatro patrulleros de la clase Lagaza para la Armada marroquí que también continúan activos.