El director general de Armamento y Material (Digam), almirante Santiago Ramón González, se ha mostrado a favor de la entrada de nuevas empresas en la sociedad Tess Defence, responsable de la gestión del programa del Vehículo de Combate sobre Ruedas (VCR) 8x8 Dragón del Ejército de Tierra, compuesta actualmente por Santa Bárbara Sistemas, Indra, Sapa Placencia y Escribano.
En una entrevista a Infodefensa.com durante la feria Feindef, el almirante apuntó que confía en la incorporación otras compañías a la sociedad para crear una empresa de referencia para el Ejército de Tierra. “Yo espero que acaben admitiendo alguna más, porque necesitamos que esa industria de referencia del Ejército de Tierra se haga realidad, y espero que entre alguna más de las cuatro que hay ahora”. El Digam además confirmó que los trabajos de fabricación de las primeras unidades se iniciarán muy pronto. “Tess comenzará a cortar chapa, como decimos los marinos, en Trubia, el mes que viene y el año que viene ya nos van a entregar los primeros seis o siete vehículos”.
Preguntado por las prioridades en el apartado de adquisiciones, resaltó que la DGAM trabajan en el sector naval en programas tractores como la fragata F110 y el submarino S80, mientras que en el ámbito aéreo el principal proyecto es el NGWS, “el avión de sexta generación en el que en consorcio con nuestros socios franceses y alemanes estamos trabajando” y en tierra el programa estrella es el VCR 8x8.
El almirante además hizo mención a otros programas. “También trabajamos con el Ejército del Aire en el programa del helicóptero NH90 que queremos que sea el helicóptero de referencia de nuestras Fuerzas Armadas (tierra, mar y aire) para los próximos 20 o 30 años. Es un programa ya en desarrollo y con unidades entregadas. Es también la primera vez que llevamos el sostenimiento de manera conjunta para los tres ejércitos. También podríamos hablar del MRTT, el avión de reabastecimiento estratégico y proyección de fuerza del que muy pronto vamos a recibir el primer avión que nos entregará Airbus. Es un programa que incluye tres aviones y es muy importante para los escenarios actuales”, detalló.
El Digam no quiso pasar por alto otra área importante, transversal a los tres ejércitos, el espacio. “Estamos trabajando codo con codo con Hisdesat y espero que sus nuevos satélites Spainsat de nueva generación estén listos en un par de años”, manifestó.
Las prioridades de la DGAM -añadió- son tres: “la primera, proveer a las Fuerzas Armadas del mejor material posible para seguridad y defensa de los españoles; la segunda, generar sinergias entre nuestras empresas para que España no pierda capacidad industrial en lo relativo a sistemas de defensa; y la tercera, seguir promoviendo ese I+d+i, necesaria en el mundo en el que vivimos”.
Feindef y la industria española
El almirante también hizo balance en la entrevista de la segunda edición de Feindef y de la situación de la industria de defensa española. Sobre la feria, aseguró que las expectativas se han cumplido, si bien hay que mejorar aspectos como la proyección internacional. “Las cifras están ahí: más de 300 empresas, de las que 50 son extranjeras. En esta proporción deberíamos mejorar un poco y que vinieran a exponer más empresas extranjeras. Hemos tenido además más de 70 delegaciones, cinco agencias…Los números están ahí y estamos muy contentos con el resultado de la feria”, comentó.
Respecto a la industria, el Digam animó a las empresas españolas del sector a crear consorcios para participar en grandes programas. A este respecto, expuso que “la industria española tiene una debilidad a los ojos de muchos, lo que para mí es una fortaleza, está basada en empresas privadas, prácticamente el 90% son privadas, y en empresas pequeñas y muy pequeñas, las empresas grandes de España serían las medianas de cualquier país de los grandes de Europa. Esto es una gran fortaleza, les permite innovar más rápidamente y tienen una flexibilidad muy grande, quizás falte un poco la habilidad para consorciarse y unirse en determinados proyectos donde un grupo de pequeñas empresas españolas pueden hacer cosas tan grandes como una de las grandes en Europa o Estados Unidos”.
Asimismo, reflexionó sobre el margen de mejora que tiene la industria de defensa nacional. “Me parece que nuestras empresas tienen que empezar a creérselo de verdad. España tiene tecnología de sobre y tiene ‘cerebros’ y una universidad muy buena. Tenemos que conseguir que estas empresas medianas hagan grupos para enfrentarse a retos mucho más importantes donde de por si trabajando solas no llegan. Esa quizás sea la lección aprendida. Creo que estamos en el buen camino”.
E insistió en la importancia de cerrar alianzar y crear consorcios. “He visto que en el estand de Tecnobit había logos de Sener o en el estand de Santa Bárbara había logos de CT Ingenieros o Sascorp tenía logos también de otras empresas. Esa es la clave para preservar la tecnología que tenemos y sobre todo ese conocimiento de estudiantes españoles con una gran capacidad que terminan sus carreras y a veces se encuentran que tienen que irse fuera a trabajar. Tenemos que promover ese empleo de calidad y la manera es participar en esos grandes programas tecnológicos, aprovechando todo lo aprovechable”.
Europa de la Defensa
El almirante González también abordó las oportunidades que ofrece al sector la Europa de la Defensa. En este punto, recordó que “desde 2016, la UE ha lanzado fondos para preparar a la industria europea y después programas para consolidad una base industrial europea. Ahora empezamos a ver resultados de ese periodo de entrenamiento que ha supuesto el Edadp”.
Y agregó: “¿Cómo puede aprovecharse nuestras empresas? Aquí yo creo que hemos hecho nuestro trabajo y hemos compartido con la industria nacional la manera de participar en Europa. Todo son ventajas. España aporta el 9% de los fondos del EDF por lo que tenemos que ser capaces de sacar rédito como mínimo de ese 9%, si no ayudaremos a que otros países se beneficien del recurso español. Hasta ahora en las dos primeras llamadas lo hemos conseguido. En el primera participamos en un 16% y en la segunda entre un 13 y 14%”.
“Nuestras empresas se pueden beneficiar consorciando con otras empresas europeas y abaratando la parte de los costes no recurrentes que supone siempre los estudios de investigación y desarrollo de programas que son punteros y que ofrecerán a las empresas en España puesto de trabajo de muy alta cualificación. España es hoy el cuarto país en Europa y tenemos que creerlo y actuar como tal”, concluyó.