(Infodefensa.com) Madrid – Navantia comenzó hoy los trabajos del programa de los dos nuevos Buques de Acción Marítima para el Ministerio de Defensa y la Armada Española con el corte del primer acero, simultáneamente en los astilleros de la Bahía de Cádiz y la Ría de Ferrol.
A las 13 horas el presidente de Navantia, José Manuel Revuelta, acudió al Ministerio de Defensa al acto de firma de la Orden de Ejecución de los dos BAM con el director general de Armamento y Material, teniente general Juan Manuel García Montaño. Minutos después de la firma comenzó simultáneamente en Ferrol y Cádiz el corte de chapa de cada uno de los dos BAM encargados para la Armada.
Esta Orden de Ejecución supone la vuelta a la construcción militar tras más de ocho años, ya que la anterior ocurrió en julio de 2006, con la fabricación de la fragata F-105 y de los cuatro BAM de la primera serie. El director del programa de estos buques en Navantia, Jaime Vidal, recuerda que supone "después de muchos años, la vuelta a la construcción de barcos para la Armada Española y desde luego dota a la compañía de una importante carga de trabajo".
Para Vidal, el hecho de que los trabajos tengan lugar tanto en Cádiz como en Ferrol, "nos da la oportunidad de demostrar la capacidad de la Compañía de construir el mismo producto en distintos centros".
Este encargo de inició cuando el Consejo de Ministros el pasado 1 de agosto autorizó la partida presupuestaria para ambos barcos, posteriormente se actualizó el Convenio entre Navantia y Defensa, y por último hoy se ha firmado la Orden de Ejecución y se han iniciado los trabajos.
2,2 millones de horas de trabajo
El trabajo iniciado hoy en los barcos consiste en el corte del primer acero del bloque 3011, correspondiente a la quilla y con un peso de 67 toneladas.
Los dos buques forman parte de la extensión de la primera serie de los BAM. Una vez operativo se unirán a las cuatro embarcaciones de este modelo ya existentes, a partir de 2018. Las naves incorporan todas las medidas en materia de normativa MARPOL sobre medio ambiente, como nuevos motores propulsores, auxiliares y de emergencia y una planta TAR de tratamiento de aguas residuales.
Además contarán con mejoras encaminadas a la disminución del peso, nuevos equipos derivados de la obsolescencia, adecuación para una dotación mayor y la aplicación de la normativa actualizada sobre prevención y seguridad operativa.
Este contrato tiene un importe de 333,48 millones de euros y supone 2,2 millones de horas de trabajo tanto para la plantilla propia como para la industria auxiliar.
Se trata, según su constructor, de un buque de tamaño moderado, altas prestaciones, gran versatilidad en cuanto a misiones, alto nivel de comunalidad con otros buques de la Armada y un coste de adquisición y ciclo de vida reducido.
Las principales misiones para las que han sido concebidos contemplan la protección y escolta de otros buques, el control del tráfico marítimo, el control y neutralización de acciones terroristas y de piratería, las operaciones contra el narcotráfico y el tráfico de personas, las misiones de rescate y salvamento marítimo, el apoyo a situaciones de crisis y ayuda humanitaria, el control de la legislación de pesca y el control de la legislación medioambiental y anti-polución.
El responsable del programa en Navantia destaca que la construcción de los dos nuevos buques "aplicando el sistema de gestión Lean". Mediante "este sistema de gestión, se realizará prácticamente la totalidad del desarrollo de ingeniería al principio, gracias a ello después la construcción se hace en plazos más cortos".
Vidal aclara que los responsables de la construcción "será cada astillero, pero el equipo de dirección del programa único para la construcción de los dos buques dará homogeneidad a la realización de ambos. La organización de la ingeniería en la empresa permite tener un diseño único para los dos buques y la homogenización de procedimientos y procesos permitirá que la construcción se realice con los mismos estándares".
Fotos: Navantia