El inspector del Arma de Artillería, coronel Javier Alonso Bermejo, ha indicado que la necesidad de contar con lanzacohetes “es incuestionable”. Así lo ha reflejado en su Discurso Institucional 2015, recogido en el Memorial de Artillería nº 171 de 2 de diciembre.
El coronel explica que, desde que en 2011 se produjo la baja en servicio del material Teruel, no se tiene esta capacidad y que disponer de lanzadores tipo HIMARS con capacidad para disparar misiles ATACMS, con alcances en torno a los 300 km, “facilita al comandante de nivel CE/Mando Componente Terrestre (LCC) ejercer su acción de mando y contribuir verdaderamente al proceso de targeting conjunto, al poner en su mano un sistema con capacidad de disuasión, solo por su mera existencia”.
En el apartado de Artillería de Campaña, el inspector también insiste en la necesidad de renovar el material ATP (autopropulsado), cuya vida útil parece estar llegando a su límite.
Respecto al material 155/52 SIAC, indica que, tras un largo desarrollo del programa para su entrada en servicio y su dotación a los grupos de Artillería, ofrece ya unas prestaciones cualificadas y certificadas en potencia, precisión y fiabilidad, pero añade que “no podemos renunciar a continuar mejorando sus condiciones de empleo, y debemos poner en sus recámaras unas municiones que le permitan disparar a los alcances de 40 km para los que se ha concebido”.
En este sentido, apunta que la adquisición de municiones de altas prestaciones y guiadas (como el Excalibur) permitirá “un avance cualitativo en profundidad y precisión que multiplicará las opciones de respuesta”.
Necesidades en Artillería Antiaérea y de Costa
En el ámbito de la Artillería Antiaérea, el coronel Alonso señala que, en relación con el sistema de armas Mistral, “debe acometerse la adquisición del misil que ofrezca una tecnología más avanzada, mayor alcance y mayor resistencia a las contramedidas electrónicas”.
Asimismo, en lo relativo a los sistemas de bajas y medias alturas, el inspector incide en que “es aconsejable impulsar el proceso que permita sustituir y mejorar las capacidades que el sistema Hawk proporciona a la Artillería Antiaérea, así como no se debe olvidar la necesidad de evolucionar el sistema NASAMS a una configuración más moderna”.
Por último, destaca que se debe avanzar en las capacidades de defensa contra misiles balísticos, mejorando las posibilidades de los sistemas de detección, interceptación y Mando y Control. Para ello, entre otros aspectos se debe contemplar la actualización del sistema Patriot a versión Configuración 3+.
Respecto a la Artillería de Costa, el coronel resalta “el enorme potencial y protagonismo que ha tomado como consecuencia de la inclusión de una unidad de defensa (UDACTA) en el Núcleo de la Fuerza Conjunta de las FAS, así como la continua integración con la Armada en diferentes ejercicios conjuntos y combinados”. Agrega que a ello “debe contribuir la mejora del material del que dispone, especialmente los medios de observación y exploración y el sistema de Mando y Control (Hércules), cuya evolución se antoja complicada y demanda un paso cualitativo a sistemas más modernos e interoperables con la Armada”.
Foto: Ejército de Tierra