La industria militar alemana vendió en el exterior del país un 22,7 por ciento menos en 2018 respecto al año anterior. Son 1.400 millones de euros menos (4.800 millones en total) en un contexto influido significativamente por la moratoria de las exportaciones de armamento a Arabia Saudí, decretada principalmente tras la desaparición del periodista Jamal khashoggi en el consulado saudí en Estambul, supuestamente a manos de agentes de la monarquía islámica.
Así lo recoge una información recogida por la cadena pública Deutsche Welle, aunque, al mismo tiempo, revela que precisamente Arabia Saudí ha sido uno de los principales compradores de material militar alemán durante 2018. La paradoja es posible porque estos suministros se suscribieron antes de que Berlín optase el pasado noviembre por suspender las ventas a Riad.
En conjunto, se trata del tercer año consecutivo de descenso de las exportaciones de armamento alemán, después de que en 2015 alcanzasen la cifra récord de 7.900 millones de euros.
De acuerdo con datos extraídos del Ministerio de economía alemán, resulta especialmente acentuada la caída en las ventas de armas del país a clientes externos a la Unión Europa y la OTAN, que llega al 32,8 por ciento. En total, el 52 por ciento de las ventas aprobadas de armamento al exterior fueron emitidas para el suministro a este tipo de países. Se trata de la menor cuota registrada desde 2011.
Los datos del Ministerio de Economía recogen que Berlín autorizó el año pasado 416 millones de euros en ventas de material militar a Arabia Saudí. Entre los países receptores también destacan Argelia y Pakistán.