Francia y Alemania han firmado este martes un nuevo Tratado del Elíseo, rememorando el suscrito 56 años antes, en el que se comprometen, entre otros, a aumentar su cooperación militar. El nuevo gesto se une a una serie de iniciativas emprendidas por ambos países en los últimos meses, particularmente desde la llegada de Donald Trump al poder hace dos años.
El documento acordado ahora en Aquisgrán, localidad alemana situada en la frontera con Francia, da un impulso a la denominada brigada franco-germana, creada en 1989 pero que todavía no desempeñaba un papel militar importante. Ambos países también se obligan ahora a apoyarse mutuamente en caso de que uno de los dos sea atacado por un tercero. Además se comprometen a desarrollar una serie de reglas conjuntas sobre exportación de material militar, de acuerdo con la información recogida por la cadena pública alemana Deutsche Welle.
Además de sus compromisos en defensa a través de organizaciones como la OTAN y la Unión Europea, de los que ambos son miembros, París y Berlín han suscrito en los últimos tiempos importantes acuerdos de corte militar. En julio de 2017, por ejemplo, el presidente francés, Emmanuel Macron, y la canciller alemana, Angela Merkel, acordaron el desarrollo de una plataforma aérea de combate conjunta de nueva generación. Se trata de un proyecto de gran importancia para el desarrollo de capacidades futuras que ha ido adquiriendo forma desde entonces y al que España está tratando de adherirse.
A esta iniciativa le han seguido otras que incluyen el desarrollo de carros de combate, la creación de unidades conjuntas de aviones de transporte y el desarrollo de aeronaves de patrulla marítima, entre otros.
Además, Berlín ha mostrado su apoyo al proyecto francés de creación de un ejército europeo de nuevo cuño para que el continente pueda defenderse mejor.
El Tratado de Aquisgrán suscrito ahora no solo tiene en cuenta las necesidades de ambos países, apuntando por ejemplo que ambos se prestarán “ayuda y asistencia por todos los medios disponibles, incluida la fuerza armada, en caso de agresión contra uno de sus territorios”, sino que extiende su cometido al resto del continente, al explicitar su apoyo al desarrollo de una política Exterior y de Defensa y Seguridad conjunta para “reforzar la capacidad de acción autónoma de Europa”.