La industria de defensa no es ajena, como casi nada, a la crisis económica mundial provocada por la pandemia del coronavirus. Los efectos ya son una realidad y derivan en problemas en la cadena de suministros, el cierre temporal de centros de producción o en un parón brusco de las exportaciones. Los analistas de defensa Antonio Fonfría y Enrique Navarro desgranan en un artículo publicado en Infodefensa.com el impacto que tendrá el Covid-19 en este sector.
La conocida como industria de defensa, señalan, está compuesta por una serie de empresas con diferencias entre ellas, que pueden agruparse en cuatro grupos: empresas dedicadas de forma mayoritario o exclusiva al ámbito de la defensa; grandes compañías, que también tiene un parte importante de su negocio en el mercado civil; suministradoras de las dos categorías anteriores, por lo general, pymes; y, por último, firma muy especializadas en productos sistemas clave.
Respecto a las compañías centradas en la defensa, ambos analistas destacan que "la previsible congelación presupuestaria, si no reducción, generará un importante efecto en ellas". Además, añaden que "el problema diferencia respecto a otras crisis, es que en esta ocasión la capacidad de exportar puede ser menor", debido a las políticas proteccionistas de los países para "capear el temporal".
Las conocidas como prime -grandes empresas-, continúan, cuenta con ventajas como "su mayor capacidad financiera y la posibilidad de enjugar las posibles pérdidas de un mercado -defensa- con ganancias en el otro -civil-". No obstante, advierten que "se enfrentan a costes hundidos importantes si la actividad cesa durante un periodo temporal amplio", a lo que hay que sumar "su dependencia de la cada de suministros" como plataformistas, en la mayoría de los casos.
El tercer grupo, los suministradores, "normalmente son el eslabón débil de la cadena debido, tanto a su tamaño, como su reducida capacidad financiera, lo cual limita sustancialmente su margen de maniobra antes situaciones sobrevenidas". "El 83% de las empresas de defensa son pymes y microempresas", recuerdan. Por último, Fonfría y Navarro abordan la situación de las empresas muy especializadas. "Los problemas de este tipo de firmas pueden impactar de manera sustancial en el conjunto de la industria, puesto que desarrollan tecnologías básicas para el funcionamiento de otros sistemas", advierten.
Ambos destacan que el frenazo de la actividad de comercio internacional afectará a todas por igual. "Debido a la elevada apertura comercial del sector y, a que más del 80% de su producción se destina a los mercados foráneos, este puede ser uno de los aspectos que más intensamente afecten a la industria de defensa española", pronostican.
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