La Agencia de Cooperación en Seguridad y Defensa (DSCA) notificó el 5 de febrero que el Departamento de Estado del Gobierno de Estados Unidos aprobó una posible venta de misiles antiaéreos Standard SM-2 Block IIIA para las fragatas FFG-11 Capitán Prat y FFG-14 Almirante Latorre de la Armada de Chile. Desde la institución indicaron a Infodefensa.com que esta solicitud fue formulada durante el proceso de compra de las fragatas clase Adelaide a Australia, proyecto iniciado por Chile en 2019, y que forma parte de la integración del sistema de armas Standard SM-2 Block IIIA y equipo de sostenimiento asociado.
El documento de la DSCA indica que la petición chilena considera hasta 16 misiles antiaéreos Standard SM-2 Block IIIA con dos de ellos equipados con telémetro, dos secciones de guía MK 89 Mod 0, un kit de detección de objetivos MK 45 Mod 14; una instalación de mantenimiento de nivel intermedio; repuestos y contenedores asociados.
A este material se sumará además la entrega de servicios de formación y entrenamiento de personal; publicaciones y datos técnicos; asistencia técnica del gobierno estadounidense y contratistas y otros apoyos logísticos relacionados, incluido el equipo de manipulación de municiones; y otros elementos relacionados de logística y apoyo al programa. El principal contratista será la empresa Raytheon Missiles and Defense, con sede en Tucson, Arizona.
La DSCA destaca que esta venta propuesta apoyará las metas de política exterior y los objetivos de seguridad nacional de Estados Unidos al mejorar la seguridad de un socio estratégico en América del Sur y que Chile no tendrá dificultades en incorporar el equipamiento y los servicios. Asimismo recalca que la venta no alterará el balance militar de la región.
La Armada de Chile recibió la autorización del Ministerio de Defensa en 2018 para realizar los estudios de reemplazo de las fragatas antiaéreas clase L de origen neerlandés adquiridas de segundo mano en 2004 ya que cumplirían a mediados de la década del 2020 su vida útil por obsolescencia logística y operativa.
El proyecto, denominado Puente IV, contempló entre las opciones la construcción de los reemplazos en Asmar y la compra de fragatas usadas. La primera alternativa se descartó por la alta inversión necesaria y el tiempo que demandaría la implementación del programa de construcción naval además de la necesidad de ejecutar mejoras en la planta de Talcahuano.
La institución evaluó la compra de fragatas Type 23 de la Royal Navy, fragatas clase M de la Real Armada de Países Bajos y las fragatas antiaéreas de la clase Adelaide de la Royal Australian Navy (RAN). La Armada de Chile descartó las opciones británica y neerlandesa ya que los programas de renovación de estas unidades experimentan retrasos en sus respectivos países lo que afecta la disponibilidad de unidades en el corto plazo
Chile se acercó a Australia para evaluar las fragatas HMAS Melbourne (FFG-05), retirada del servicio el 30 de junio de 2019, y HMAS Newcastle (FFG-06), decomisionada el 26 de octubre de 2019. El país sudamericano determinó finalmente la compra de las unidades australianas en una transferencia de gobierno a gobierno a mediados de 2019. Los buques fueron incorporados oficialmente en una ceremonia realizada en Sidney en abril de 2020.
La transferencia consideró un completo paquete logístico y cursos de capacitación técnica en Australia. Los buques desarrollaron un conjunto de pruebas de navegación y de sistemas en la costa de Nueva Gales del Sur. La FFG-11 Capitán Prat y FFG-14 Almirante Latorre, al mando de los capitanes de fragata Fernando Méndez y Rafael Letelier, respectivamente, zarparon de Sidney el 26 de mayo y en su viaje a Chile realizaron una escala técnica en Papeete.
Las fragatas antiaéreas FFG-11 Capitán Prat (ex HMS Newcastle) y FFG-14 Almirante Latorre (ex HMAS Melbourne) arribaron finalmente al puerto de Valparaíso el 18 de junio de 2020 tras navegar más de 6.000 millas náuticas por el océano Pacífico.
El Gobierno de Australia comenzó una serie de estudios a mediados de la década de 1990 para garantizar la eficiencia operativa de las fragatas clase Adelaide contra las amenazas regionales actuales y emergentes, así como también para asegurar la capacidad logística de los buques durante el resto de su vida.
El programa SEA 1390, conocido también como FFG Upgrade Project, contempló una serie de mejoras entre las que destacan un nuevo sistema de control de combate y de fuego con un radar de búsqueda aérea de largo alcance renovado, misiles de defensa aérea mejorados y un nuevo conjunto de sonar de casco y remolcado integrado.
La RAN adquirió el misil Standard SM-2 IIIA para reemplazar al misil Standard SM-1 y mejorar la defensa aérea de zona y la autodefensa de los buques pero también tiene una capacidad misión secundaria antisuperficie. Es utilizado para derribar desde aviones no tripulados a helicópteros y se puede usar contra misiles desde alturas muy bajas a muy altas, subsónicoe e hipersónicos en todo tipo de condiciones climátivas y en un entorno de contramedidas electrónicas.
Los SM2 Block IIIA poseen controles de cola, un motor de cohete de combustible sólido para propulsión y maniobrabilidad y controles de vector de empuje. Tienen un peso de 708 kg, un diámetro de 34,3 cm y una longitud de 4,72 m. Logran una velocidad Mach 3 y tienen un alcance que excede los 166 kms.
Por su parte, el sistema de control de fuego Mk92 Mod 6 fue modernizado a la versión 12 con un transmisor y receptor coherente (CORT) y un procesamiento de señal mejorada, más electrónica de estado sólido y mejoras de fiabilidad y mantención.
Respecto a este último sistema, como publicó Infodefensa.com, el Departamento de Defensa de Estados Unidos adjudicó en septiembre de 2020 a Lockheed Martin Rotary and Mission Systems un contrato de servicios de ingeniería y asistencia para 16 marinas del mundo usuarios del Mk92 que incluye a las fragatas antiaéreas clase Adelaide de la Armada de Chile.