El Ministerio de Defensa japonés quiere reforzar su poder aéreo en el actual contexto de tensiones frente a China, con quien disputa algunas fronteras marítimas. Las autoridades del país tienen previsto sacar a concurso a mediados de este mismo mes de julio su nuevo programa de adquisición de alrededor de un centenar de aviones de combate.
Las compañías norteamericanas Boeing y Lockheed Martin han sido expresamente invitadas a participar en un proyecto liderado localmente por Mitsubishi Heavy Industries (MHI), informa Reuters. MHI ya tiene entre manos su proyecto de caza de quinta generación X-2, un ingenio que colocará a Japón como el cuarto país del mundo que desarrolla aviones de combate furtivos, al menos que haya trascendido. El primer prototipo del aparato ya alzó el vuelo este mismo año y, como ha venido informando Infodefenas.com, si todo sigue en orden será el modelo del que Tokio adquirirá un centenar de unidades para sustituir a sus actuales F-2, aparatos basados en los F-16 Fighting Falcon de Lockheed Martin.
El programa de aviones F-3, como es conocido, contempla publicar la decisión final en el verano de 2018, según las fuentes expertas consultadas por la agencia, que no han querido revelar su identidad. La construcción de las aeronaves deberá tener lugar durante la próxima década.
El país lleva tiempo tratando de hacerse con cazas dotados de tecnología furtiva. En primer lugar se interesó por la adquisición de F-22 estadounidenses, pero la compra no le fue permitida. En 2011 optó por encargar aviones furtivos estadounidenses F-35 Lightning II de Lockheed Martin, de los que se comprometió a adquirir 42 unidades. El acuerdo contempla que los aviones sean ensamblados en el país y que contengan componentes de fabricación local.
El precio que deberá pagar por cada aparato norteamericano se ha estimado en 127 millones de dólares, en un paquete que incluye adiestramiento de personal, mantenimiento de quipos y suministro de repuestos. Tokio llegó a plantearse cancelar esta operación ante los continuos retrasos y aumentos de costes del F-35.
En cuanto al proyecto de desarrollo local X-2, MHI prevé un trabajo de dos o tres años tras el cual las autoridades deberán decidir si continúan adelante con la producción en masa del modelo. En tal caso, a mediados de 2020 es posible que comience la fabricación de en torno a un centenar de unidades para las Fuerza Aérea de Autodefensa de Japón.
El primer prototipo del aparato ya cuenta con aproximadamente el 90 por ciento de sus sistemas y piezas fabricados en el país, donde ya han participado alrededor de dos centenares de empresas en este programa liderado por Mitsubishi Heavy Industries.
Fotografía: Ministerio de Defensa de Japón