En su primer visita al Perú, el especialista en compensaciones industriales y sociales offset, Dov Hyman, representaba a la Global Offset and Countertrade Association (GOCA) en su calidad de miembro de su Comité Ejecutivo, en el III Simposio Internacional de Seguridad y Defensa organizado este mes por la Marina de Guerra del Perú.
En sus primeras palabras agradeció al inspector general de la Armada peruana, vicealmirante (MGP) Fernando Cerdán Ruiz por su esfuerz para quePerú tenga un respetable programa de asociación industrial. Cabe destacar que el almirante ha realizado cursos de offset en Perú y España, y ha participado como expositor en congresos de la GOCA desde el año 2009.
A continuación, Hyman resaltó sin ambages que para la implementación de exitosos programas de offset es fundamental un pensamiento libre de paradigmas (think outside the box), forjar amistades, habilidad para trabajar en equipo y relaciones para entregar beneficios económicos y sociales a los países.
Después de todo, la mayoría de las compañías involucradas en este tipo de programas quieren hacer cosas buenas, subrayó, para después poner como ejemplo a la empresa Cisco que forma alrededor de un millón de personas en todo el mundo, consiguiendo buena parte de los beneficiados puestos de trabajo al terminar su entrenamiento.
Visión optimista
Hyman comentó que este caso muestra como la industria tiene una visión optimista del mundo, iniciada hace unos 75 años con el aquel marco legal estadounidense del año 1939 que exigía a cualquier empresa que quisiera vender en el país norteamericano que lo hiciese a través de una compañía local, que produzca un bien o servicio dentro de Estados Unidos. Esta legislación, indicó, es considerada como el patriarca de la industria offset.
Con el transcurrir de los años, la industria se ha esparcido más allá del segmento aeroespacial y de defensa para hacer sentir su presencia en los sectores de infraestructura, energía, salud, medio ambiente, entre otros. Este optimismo, sin embargo, no se debe confundir con inocencia. "Se debe de tener mucho cuidado con la selección de socios en las iniciativas offset”, advirtió el experto.
Las compensaciones, añadió, son una herramienta útil para hacer que la industria crezca en los países y favorecer el crecimiento sostenible de las economías. Entre los años 2010 y 2020, las obligaciones derivadas de las participaciones industriales y compensaciones offset se han elevado hasta la impresionante cifra de 370.000 millones de dólares a nivel mundial.
Uno de los ejemplos más destacados del éxito de los programas offset es Corea del Sur, un país que comenzó como receptor de programas de cooperación y ahora es un importante exportador de sistemas de defensa. En la región, Brasil y Colombia tienen programas offset en franco crecimiento.
Proyectos conjuntos
Hyman resaltó los proyectos de desarrollo y producción conjunta como una interesante alternativa para la generación de armamento más avanzado. Asimismo, países desarrollados, como por ejemplo el Reino Unido y Suecia, han comprendido que las compensaciones son una formula potente para la creación de nuevas empresas en otros países.
Desde el otro lado, el lado receptor, apostó por un liderazgo fuerte de parte de las autoridades políticas locales para maximizar los beneficios de estos programas, tales como importantes mejoras en los sistemas educativos y de salud en los países receptores. Sin embargo, no todo es recibir o exigir el cumplimiento de las obligaciones asumidas, los países deben adoptar posturas proactivas para generar oportunidades para que las compañías hagan dinero en sus economías.
Hyman presentó al público asistente al simposio las proyecciones de las obligaciones offset acumuladas entre los años 2012 y 2017 por regiones. En miles de millones de dólares, para Turquía ascienden a 11,1; en Arabia Saudita a 26,4; en Emiratos Árabes Unidos a 12,7; en Kuwait a 1,9; en Italia a 3,2; Holanda, 6,2; Noruega, 4,1; Polonia, 2,9; España, 1,7; India, 12,4; Malasia, 3,0; Pakistán, 2,0; Singapur, 3,6; Corea del Sur, 4,0; Taiwán, 5,3; Canadá, 13,6; y en la región, Brasil, 8,2; Chile, 5,5 y Colombia, 3,1.
Por otro lado, explicó que los gobiernos de Israel y Kuwait combinan sus agencias o autoridades de offset con sus entidades de inversión extranjera o agencias de promoción de inversiones, según sea el caso. Asimismo, las compañías que están interesadas en crear empresas en estos países reciben el apoyo de varios ministerios.
Este expertó destacó que actualmente las naciones demandan proyectos de coproducción, una herramienta exitosa en la que se juntan proveedores internacionales con las entidades usuarias, centros de investigación y universidades locales para maximizar los beneficios de los programas de cooperación y/o compensaciones.
Y concluyó recordando que aas grandes empresas aeroespaciales se han convertido en socios de los países, en diferentes sectores, incluyendo el sector educación, donde por ejemplo, Lockheed Martin ha invertido gran cantidad de fondos para la apertura de una iniciativa para emprendedores en Arabia Saudita en asociación con el Babson College.
Foto: Peter Watson