Israel ha optado por encargar 17 aviones de combate de quinta generación F-35 a Lockheed Martin. La compra ha sido aprobada por la comisión nacional de seguridad del país y suma un pedido total de medio centenar de estos aviones con tecnología furtiva.
La cadena gubernamental estadounidense La Voz de América afirma que el primer avión de este modelo será entregado a las fuerzas a israelíes en apenas unas semanas. El primer F-35 destinado a Israel salió de fábrica el pasado junio (en la imagen), como publicó entonces Infodefensa.com.
Con estos aviones, el país asegurará su propia existencia durante décadas, de acuerdo con las palabras pronunciadas por su primer ministro, Benjamin Netanyahu, y recogidas por la radio pública israelí. El mandatario añadió que la nación “puede defenderse con sus propias fuerzas contra todos sus enemigos, independientemente de la distancia”.
De acuerdo con el citado medio estadounidense, Israel está preocupada por los ataques aéreos que está realizando Rusia en su vecina Siria y por las ya tradicionales amenazas de Irán de acabar con su Estado.
La compra de estos aviones por parte de Tel Aviv forma parte del paquete de ayuda militar durante diez años aprobada por la administración de Barack Obama el pasado septiembre. Infodefensa.com explicó en aquel momento que esa asistencia, cuantificada en 38.000 millones de dólares, compone el mayor paquete de ayuda militar concedido por Estados Unidos en toda su historia. Israel lleva acumulados desde el fin de la Segunda Guerra mundial cerca de 125.000 millones de dólares en asistencia militar de Estados Unidos.
El anuncio del aumento del pedido de aviones F-35 contrasta con las dudas en torno a la compra de estos aparatos que mostraron las autoridades israelíes este mismo año. Los problemas de capacidades de carga de armamento de los cazas y la negativa estadounidense a compartir el código fuente del modelo –lo que impediría a Tel Aviv modificar la plataforma según sus necesidades– estaban detrás de esas vacilaciones.
La industria del país también participa en el programa de este avión, principalmente a través de la construcción de las alas de los F-35A –variante de despegue y aterrizaje convencional, que es la que ha encargado Tel Aviv– por parte de la compañía Israel Aerspace Industries (IAI); el sistema de visualización montado en el casco del piloto Generation III, de Elbit Systems, y la producción de componentes compuestos del fuselaje a cargo de la filial de esta última Elbit Systems-Cyclone.
En su momento Israel también se interesó por la versión F-35B del avión, ya que está preparada para despegar desde pistas cortas y aterrizar verticalmente. Esta capacidad, incluida la de despegar en vertical con cargas ligeras, le resultaría muy útil en caso de que durante una guerra las pistas de aterrizaje del país quedasen inservibles por el ataque de misiles enemigos, por ejemplo.
Imagen: Lockheed Martin