El contralmirante Antonio Piñeiro Sánchez es adjunto de Operaciones al jefe del Estado Mayor del Mando de Operaciones (MOPS). En una entrevista a Infodefensa.com, el contraalmirante analiza el empleo de los sistemas remotamente tripulados (RPAS) en las misiones en las que participa España y adelanta que la previsión es desplegar el Fulmar de la compañía Thales el próximo mes de noviembre en Irak. Además, hace balance de los primeros meses de despliegue del Scaneagle con la coalición internacional que adiestra a las tropas iraquíes.
Piñeiro estará la próxima semana en la feria UNVEX S&D como moderador de la mesa sobre Experiencia operativa. Esta mesa contará el jueves 31 de mayo con representantes del Regimiento de Inteligencia del Ejército de Tierra, del Escuadron de Zapadores Paracaidistas del Ejército del Aire y de la Undécima Escuadrilla de Aeronaves de la Armada.
Recientemente la Armada ha desplegado el Scaneagle en Irak. ¿Qué balance hace de estos primeros meses de despliegue?
El empleo del Scaneagle está siendo una herramienta fundamental a la hora de desarrollar operaciones y obtener información. Se está empleando con profusión tanto en apoyo de las fuerzas de operaciones especiales españolas como en apoyo de fuerzas de la coalición internacional, en beneficio de las operaciones iraquíes.
¿Hay fecha para el regreso a España de la unidad de la Undécima Escuadrilla?
La unidad desplegada regresará en noviembre de 2018.
¿Han probado ya los nuevos sistemas recibidos como el Fulmar de Thales o el Atlantic de SCR?
Está previsto desplegar el Fulmar en Irak en noviembre de este año. El sistema actualmente se encuentra en pruebas en el Mando de Apoyo Logístico del Ejército (MALE), a la espera de su entrega final a las unidades. El Ejército de Tierra también está instruyendo operadores para su futuro empleo.
En el plano operacional, ¿cómo se preparan para la reciente llegada de un sistema MALE como el Reaper?
La previsión es integrar estos sistemas de armas en el sistema de Mando y Control como un multiplicador de eficacia en lo relativo a la adquisición de información y en beneficio de la protección de la fuerza a la que sirve. La llegada del Reaper supondrá un gran incremento de la capacidad de JISR (Joint Intelligence Surveillance and Reconnaissance; inteligencia, vigilancia y reconocimiento) de las Fuerzas Armadas. A corto plazo, su implementación se está gestionando en el seno del Ejército del Aire para, posteriormente, integrar su utilización a nivel conjunto.
En Irak, España también ha desplegado los primeros sistemas contra RPAS o antidron, ¿cómo está funcionando?
Irak fue la primera zona de operaciones donde se determinó que existía la amenaza de drones comerciales. Por tanto, se desplegó un sistema C-RPAS (counter RPAS) en la base Gran Capitán en Besmayah (cerca de Bagdad), que está funcionando correctamente alertando de posibles amenazas en toda la zona de despliegue de nuestro personal, tanto de la zona de vida como en el campo de adiestramiento donde se desarrollan gran parte de sus cometidos y actividades. También se desplegaron sistemas portátiles que proporcionan la capacidad contra drones a las unidades que se desplazan fuera de la base. Hasta ahora no ha habido necesidad de emplearlos contra ninguna amenaza real.
Más allá de la operación Inherent Resolve en Irak y la operación Atalanta, ¿el Emad planea el despliegue de RPAS en otras operaciones?
Actualmente, además de en las operaciones mencionadas, en la operación EUTM-Malí están desplegados RPAS tipo I Raven. A corto plazo, no se ha solicitado a España la aportación de RPAS en otras operaciones, sin embargo es una opción que podría surgir en cualquier momento para cualquier operación. En el ámbito nacional, durante los últimos años, las FAS están utilizando estos sistemas en su contribución a la prevención de incendios en las Comunidades Autónomas de Galicia, con el Raven en la operación Centinela Gallego y el PASI en Castilla y León.