Los fabricantes de aviones Boeing (Estados Unidos) y Embraer (Brasil) habrían abierto negociaciones para viabilizar una segunda línea de montaje para transportes militares KC-390 en Estados Unidos.
En julio, las empresas anunciaron un acuerdo (fusión) donde Boeing tendría una participación del 80 por ciento en el negocio de aeronaves comerciales de Embraer. Según varios analistas internacionales, dicho acuero fue la respuesta de Boeing a la compra por Airbus de la familia de aviones C-Series de Bombardier.
En el mismo acuerdo, fue anunciada una nueva empresa de ventas y servicios con respecto al nuevo jet de carga militar KC-390 (joint-venture) que produciría los aviones en Gavião Peixoto, en el interior del Estado de São Paulo. Una segunda línea se instalaría en terreno estadounidense.
Esta asociación daría a la cartera de productos de Boeing un avión táctico recién proyectado y listo para el mercado, construido para disputar ventas con el Super Hercules C-130, de la rival Lockheed Martin.
La medida permitiría a los dos fabricantes aumentar su colaboración en el campo de la defensa, después de que el Gobierno Brasileño impidió que Boeing asumiera el control de los programas nacionales de defensa de la Embraer Defensa y Seguridad, según consta en la oferta original vetada.
Sobre el tema de la producción del KC-390 en Estados Unidos, el experto en aviación Scott Hamilton, de Leeham News, calificó el anuncio de "ironía", y se explicó. "Boeing desmintió el plan de Bombardier de construir aviones C-Series en Estados Unidos alegando que el mercado no era lo suficientemente grande pero, de hecho, es mucho menor para el KC-390".
Según Hamilton, "es vergonzoso observar que el KC-390 fue casi una nota al pie cuando el acuerdo de Boeing con Embraer fue anunciado".
Sin embargo, el KC390 ahora surge como una pieza clave de una estrategia calzada en el Buy American Act para permitir a Boeing mantenerse como suministradora de aeronaves de mediano / gran porte multifunción para las Fuerzas Armadas Norteamericanas mientras todas las cargas del desarrollo (y los riesgos) cupieron a Embraer en los últimos diez años en que actuó sola desarrollando el proyecto del avión.
Hoy, para Embraer, comercializar la aeronave militar Super Tucano con Washington, la negociación necesita ser hecha vía la empresa estadounidense Sierra Nevada. Sin embargo, con esa fábrica fuera de Brasil y con la joint venture, el KC-390 podrá ser vendido directamente al Gobierno estadounidense.
La asociación en el área militar permitirá además que Embraer venda la aeronave a países aliados del Gobierno estadounidense en el programa Foreign Military Sales, que facilita la comercialización de equipos de defensa estadounidenses.
Es innecesario constatar que fábrica en Estados Unidos significa empleos para estadounidenses, mientras que en Brasil esto podría significar la eliminación de diversos puestos de trabajo.
Embraer espera certificar la aeronave base KC-390 para el mercado brasileño aún en 2018. Las operaciones con la Fuerza Aérea Brasileña serán pospuestas hasta el final del primer trimestre de 2019, ya que ejemplares de la primera serie de producción fueron pedidos para sustituir el prototipo nº 1, seriamente dañado en una excursión fuera de la pista durante pruebas en el suelo (su segundo y definitivo accidente).
La fábrica de Embraer en Gavião Peixoto (SP) deberá mantenerse y quedará fuera del acuerdo.
En los Estados Unidos, la ciudad en que la unidad fabril será instalada aún no ha sido definida y hay conversaciones en marcha con gobiernos de algunos Estados para obtener exenciones fiscales.
Los ingresos del segmento Defensa cayeron un 43% en el 1S2018 con respecto al 1S2017 (277 millones de dólares frente a 490 millones de dólares), donde parte de la caída es la exhibición de servicios de segmento en la nueva división de Servicios.
En el segundo trimestre de 2016 fueron pagados 127 millones de dólares, cuando el nivel de finalización del programa KC-390 fue revisado debido al primer accidente sufrido por el prototipo PT-ZNF.
El KC-390 es el avión más grande desarrollado en Brasil. La Fuerza Aérea Brasileña ya encargó 28 aeronaves, por valor de 7.200 millones de dólares, a ser entregados en los próximos 12 años.
Imágenes: Embraer / Roberto Caiafa.