Los nuevos helicópteros de transporte medio Sikorsky MH-60M (S-70i) de la Fuerza Aérea de Chile (FACh) iniciaron sus operaciones de vuelo tácticas con un ejercicio de transporte de tropas y una misión real Search and Rescue (SAR).
A mediados de noviembre, la Escuela de Especialidades de la FACh llevó a cabo en el Regimiento de Artillería Antiaérea y Fuerzas Especiales Escuela Táctica, en la base aérea Quintero en la Región de Valparaíso, la fase práctica de la especialidad de Infantería de Aviación para los alumnos de primer año. En el ejercicio de transporte de tropas se empleó, por primera vez, material de vuelo MH-60M del Grupo de Aviación N° 9, labor que cumplían regularmente los Bell UH-1H y 412EP, y que ahora se han integrado los nuevos Black Hawk con la finalidad de iniciar el proceso de familiarización con la nueva aeronave.
Las tareas de instrucción de los futuros Infantes de Aviación contemplan ejercicios de descenso y abordaje de aeronaves de ala rotatoria, de planificación de operaciones en terreno, tanto diurnos como nocturnos, conocimiento de equipos, primeros auxilios, seguridad y logística, entre otros.
En tanto el 21 de noviembre, la Fuerza Aérea informó que un MH-60M Black Hawk, perteneciente al Servicio de Búsqueda y Salvamento Aéreo (SAR) de la FACh, con personal Parasar (Parachute Search and Rescue), despegó desde la base aérea Pudahuel en Santiago (base de los Black Hawk) hacia el sector de la mina El Teniente, zona cordillerana de la Región de O´Higgins, lugar donde una aeronave civil Cessna 206 sufrió un accidente con dos ocupantes en su interior.
Durante las labores de rescate efectuadas por el helicóptero y el personal SAR de la FACh, se constató que ambos ocupantes se encontraban fallecidos. Esta misión es la primera de este tipo que realizan los nuevos MH-60M (S-70i), no así el único UH-60L (S-70A) que fue incorporado en 1998 por la institución.
El proyecto de incorporación de estas aeronaves multipropósito se inició el 2009, dando “un paso cualitativo importante en las capacidades de transporte de helicópteros que tenemos, tanto del punto de vista operativo como de apoyo a la comunidad en caso de catástrofes naturales”, señaló a la Revista Fuerza Aérea de Chile el comandante en jefe de la IIª Brigada Aérea, general de brigada aérea Rafael Carrère.
El año pasado concluyeron las pruebas de fábrica de los helicópteros y en el primer semestre de este año, en la ciudad de Mielec, Polonia, donde fueron ensamblados los Black Hawk por PZL Mielec, se realizó el proceso Customer Acceptance Test (CAT), etapa en la que se efectuaron vuelos de prueba e inspección de las aeronaves, siendo recepcionadas y transportadas a Chile en agosto pasado en un avión ruso Antonov An124-100 Ruslan. Ya en el país, fueron nuevamente revisados todos los sistemas y se repitieron las pruebas de vuelo. Este proceso se efectuó en conjunto por pilotos de la compañía y de la institución.
El 30 de agosto, en instalaciones del Grupo de Mantenimiento N° 52, en la base aérea Pudahuel, se realizó la ceremonia oficial de recepción, encabezada por el ministro de Defensa Nacional, Alberto Espina, junto al entonces comandante en jefe de la Fuerza Aérea, general del aire Jorge Robles. También participaron en la actividad integrantes del Alto Mando, autoridades civiles y militares e invitados especiales como el presidente de la compañía Sikorsky, Daniel Schultz.
Los MH-60M pueden realizar operaciones aéreas en todo tiempo con mayor autonomía y techo de servicio, lo que permite el rescate de personas en zonas altiplánicas, en la cordillera o en el mar. Es una aeronave con capacidades sobresalientes para labores SAR, incluso en zonas aisladas y distantes, operando de una forma autónoma y rápida. “Las misiones se ven potenciadas con una mayor versatilidad, rapidez y agilidad”, resalta el general Carrère quien es el jefe del Proyecto Helicóptero Mediano. Frente a un escenario de catástrofe, lo primero que se necesita es tener información, llegar lo antes posible para poder asistir a la población en medio de la emergencia. Estos helicópteros permiten reaccionar en menor tiempo y con una capacidad para realizar rescate masivo, ya que posee una configuración de rescate de hasta 20 personas.
El Grupo de Aviación Nº 9, asentado en la base aérea Pudahuel, es el centro de operaciones de los Black Hawk, desde donde se coordinan los despliegues a todo el territorio nacional. Para cumplir los requerimientos de apoyo a la comunidad como la búsqueda y rescate de personas, la aeronave cuenta con un sistema de tecle o grúa si el terreno le impide posarse, así como también cuenta con equipamiento para Evacuaciones Aeromédicas (Evacam), pudiendo incorporar de tres a seis camillas en cada helicóptero, o a 20 personas en un solo vuelo en caso de traslados masivos de damnificados.
Cuentan con equipos de visión infrarroja para navegar y realizar búsquedas nocturnas, además de un radar meteorológico que lo posibilita para operar en todo tiempo y condición diurna o nocturna. También posee un sistema antihielo en las palas lo que hace posible que pueda desplegarse en la Antártica. Otra particularidad es la factibilidad de ser aerotransportado en los C-130 Hercules para desplegarlo a zonas mucho más aisladas, como la Isla de Pascua o en operaciones de paz, fuera del país.
Puede trasladar 13 soldados equipados y tiene un sistema fast rope para el descenso de fuerzas especiales o de tropa. En la parte inferior de la aeronave posee un gancho de carga capaz de alzar y trasladar hasta cuatro toneladas aproximadamente (por ejemplo, un vehículo o una pieza de artillería).
Los MH-60M Black Hawk constituyen un significativo avance para las tripulaciones, dado que se trata de un helicóptero moderno, con tecnologías innovadoras que no están presentes en todos los tipos de aeronaves. De ahí que los pilotos y el personal de mantenimiento cumplieron cursos de especialización en Sikorsky Estados Unidos, en Polonia, y en Chile.
La instrucción de las tripulaciones se inició en febrero de 2018 en Estados Unidos, realizando cursos de motores, de reparación de elementos compuestos y entrenamiento desde el punto de vista logístico. Operar este tipo de aeronaves exige a los pilotos dominar sistemas independientes como el hidráulico, eléctrico, de tren de aterrizaje, de tren motriz o planta de poder motor-transmisión, además de sistemas antihielo que permiten operar en altura con formación de hielo en condiciones muy restrictivas.
“Con esto se busca maximizar el rendimiento, la capacidad, la experiencia de una cabina en una operación compleja, por ejemplo en misiones en altura en la Antártica o en el Altiplano, donde se necesita una buena complementación de la tripulación en su conjunto, todo lo cual redunda para que el vuelo sea seguro y exitoso”, declara a la revista el comandante del Grupo de Aviación N° 9, comandante de grupo Rodrigo Zeballos.
Como todo sistema de armas, este material de ala rotatoria necesita un soporte logístico de abastecimiento y mantenimiento, lo que se debe cumplir cabalmente y acorde a lo que establece la norma, los manuales y el fabricante, según corresponda. Los Black Hawk poseen una vida útil de 30 años y para asegurar su correcto funcionamiento el proyecto consideró un stock importante de repuestos para cubrir este sorporte durante varios años.
De acuerdo al diseño, cuenta con un sistema de mantenimiento de depósito, facilitando inspecciones cortas, que permiten mayor disponibilidad de los medios. Junto a eso, quedó estipulado también un consistente entrenamiento de las tripulaciones, no solamente de los pilotos, sino que de todo el equipo técnico: instrucción y capacitación de ingenieros, especialistas, instrumentistas, del personal de abastecimiento, de oficiales y personal que lleva el control de la logística en general. Es decir, se configuró todo un sistema integrado de un equipo de soporte terrestre en la base o, de ser necesario, en una base secundaria.
Fotos 1 a 3: FACh.
Foto 4: Issan Valenzuela