La Fábrica Argentina de Aviones Brigadier San Martín (FAdeA) y la sudafricana Paramount Group han suscrito un memorándum de entendimiento por el cual buscan potenciar el desarrollo de la industria aeroespacial y la cooperación en defensa entre ambos países. Se trata del primer proyecto comercial de este tipo que cierran estas naciones.
La alianza fue sellada durante un encuentro de autoridades políticas y representantes de ambas empresas en Johannesburgo el viernes, durante la décima Cumbre de BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), en la que participó el presidente del país suramericano, Mauricio Macri, y el de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa.
Según la firma argentina de capital público, el memorándum "permitirá una asistencia más estrecha e innovación de tecnologías que apoyarán el desarrollo de las capacidades de defensa y de industria de ambas naciones". En concreto, acordaron impulsar el intercambio de conocimientos y de ingeniería de alto nivel, la capacitación y el desarrollo de recursos humanos y la transferencia de tecnología.
La finalidad es que, además de proporcionar beneficios económicos "a largo plazo" mediante el desarrollo industria, el acuerdo garantice el fortalecimiento de "la paz y la seguridad regionales".
Este acuerdo se suma al que recientemente suscribió la firma con la aerolínea de bajo coste Flybondi para el mantenimiento de ruedas de nariz y principales de sus Boeing 737-800, o el que suscribió Israel Aerospace Industries (IAI) para la provisión de ingeniería, aeropartes y servicios por 18 meses.
Además, a finales de año tendrá listos tres IA-63 Pampa III para la Fuerza Aérea, como detalló el presidente de la entidad, Antonio Beltramone, en una entrevista reciente con Infodefensa.com.
Las buenas noticias llegan después de una delicada situación económica que ha llevado a la Fábrica a prescindir de medio millar de trabajadores en los últimos dos años. La firma de capital público justifica estas decisiones en una complicada coyuntura, resultado de años de mala gestión, mientras defiende la necesidad de seguir buscando contratos “por fuera” del Estado argentino para tratar de ser sostenible.