Helicópteros de las Fuerzas Armadas: financiación y sostenimiento
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Helicópteros de las Fuerzas Armadas: financiación y sostenimiento

Helicóptero de transporte Chinook de las Famet. Foto: Ejército de Tierra
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Las flotas de helicópteros NH90, Tigre y Chinook modernizados constituyen la columna vertebral de las Fuerzas Aeromóviles del Ejército (Famet). Un conjunto de sistemas que han abierto la era digital en estas fuerzas. Quizás sea el Ejército de Tierra el que más se ha beneficiado, y también sufrido, las consecuencias de la política industrial seguida para este tipo de sistemas desde el año 2000.

La creación de un polo industrial de helicópteros en Albacete, un objetivo político establecido por el gobierno en los primeros años del presente siglo, se centraba en la participación española en futuros programas europeos de helicópteros para satisfacer las necesidades del Ministerio de Defensa, junto con un plan para dotar de helicópteros ligeros al Ministerio del Interior.

El acuerdo entre el gobierno de España y Airbus del pasado 30 de julio hace referencia a la potenciación del polo logístico de helicópteros en Albacete, y a diversos compromisos en materia de helicópteros entre los que están las futuras dotaciones de H135 para los ministerios de Interior y Defensa y de H160 para Interior. Un plan que está por concretar y que nos recuerda a compromisos anteriores que finalmente se materializaron en el programa de EC135 finalizado en 2018 que permitió la dotación de 16 unidades de ese modelo para formar pilotos del Ejército. El programa tuvo un coste cercano a los 80 millones de euros, incluyendo también simuladores y entrenadores desarrollados por empresas nacionales. Este programa, ejecutado entre 2013 y 2018, ha sido un claro ejemplo de como la buena gestión permite satisfacer los requisitos operativos en el marco de los objetivos de potenciación industrial que se habían fijado.

Programas NH90 y Tigre

Los estudios para la renovación de la flota de helicópteros de ataque del ET se remontan al año 2000. Las necesidades iniciales se fijaron inicialmente en entre 24 y 36 unidades en función de cual fuera el modelo seleccionado. Tras un intenso debate, desde el ministerio de Defensa se decidió que España debería entrar en el programa franco-alemán Tigre. En septiembre de 2003 el Consejo de Ministros autorizó la contratación de 24 unidades por un importe de 1.274 millones de euros. Desde entonces y tras diversas reprogramaciones financieras el importe total del programa está establecido en 1.515 millones.

Este fue uno de los programas que sufrió las consecuencias de las decisiones políticas de no abordar compromisos de pago en los ejercicios 2010 y 2011. Una situación que se regularizó en 2012 y que desembocó en la reprogramación de agosto de 2013 que fijó el nuevo techo financiero y redujo a 18 las unidades del programa. Las entregas finalizaron en 2018 y los pagos finalizarán en 2027 de acuerdo con la información reflejada en el proyecto de presupuestos para 2021. El ya citado acuerdo entre el gobierno español y Airbus contempla la evolución de la flota a la versión Mk III que necesitaría unos 650 millones de euros adicionales.

La contratación para el programa NH90 se autorizó en mayo de 2005 por importe de 1.260 millones. Las previsiones iniciales contemplaban un programa de 45 helicópteros para los tres Ejércitos, sobre un requisito establecido en el orden de 100 unidades en diversas versiones. Las limitaciones en la definición inicial del programa, junto con los problemas financieros para abordar compromisos contractuales, al igual que para el programa Tigre, llevaron a una profunda reconducción del programa realizada también en agosto de 2013.

En ese momento se redujo el alcance a un total de 22 unidades por importe de 1.682 millones, pero incluyendo equipamiento no contemplado inicialmente. Las 23 unidades restantes quedaron para una segunda fase que se autorizó en 2018 por un importe de 1.451 millones. Su financiación es uno de los compromisos adquiridos con Airbus en julio de 2020. Las entregas de los NH90 de la primera fase finalizarán en 2021 y sus pagos se prolongarán hasta 2030. Las entregas de las unidades de la fase II se iniciarán, previsiblemente, en 2022 con pagos hasta 2025.

En las condiciones actuales los programas Tigre y NH90 suponen unas inversiones totales de 4.648 millones. En el periodo 2020-2024 estos programas recibirán un total de 1.765,84 millones con cargo al programa presupuestario 122B de acuerdo con el siguiente desglose por programas y años:

PROGRAMA

2020

2021

2022

2023

2024

TOTAL

TIGRE

89.993,82

69.727,00

68.727,00

71.413,00

75.973,65

375.834,47

NH90 FASE I

160.133,66

165.197,34

122.399,55

94.761,66

58.978,01

601.470,22

NH90 FASE II

56.183,95

115.094,30

161.858,65

213.847,57

241.551,45

788.535,92

TOTAL

306.311,43

350.018,64

352.985,20

380.022,23

376.503,11

1.765.840,61

FUENTE: elaboración propia con datos de proyecto de presupuesto 2021. Miles de €

Los problemas para satisfacer las necesidades de la Armada con versiones navales de NH90 llevaron a la adquisición vía FMS de 10 unidades SH60F para sustituir a la obsoleta flota de SH3D. La Armada por otra parte emprendió el programa de modernización de siete AB212 por importe de 21 millones de euros y está estudiando la sustitución de los 12 SH60B actualmente en servicio por versiones evolucionadas de este modelo, como solución interina para satisfacer sus necesidades específicas.

Las necesidades de helicópteros medios para las Fuerzas Armadas se han completado con programas específicos como el de 4 unidades de Superpuma para la UME por 80,2 millones o de helicópteros con capacidad SAR/CSAR para el Ejército del Aire por unos 60 millones. La modernización de la flota de Cougar para el Ejército de Tierra es una necesidad que está pendiente de abordar pero se manifiesta como una necesidad a partir de 2022.

Con el objetivo de renovar flotas de helicópteros que terminan su vida operativa en el horizonte de 2035, Francia, Alemania, Italia, Grecia y UK han anunciado el 19 de noviembre el lanzamiento de un proyecto multinacional denominado Next Generation Rotorcraft Capabilities en el marco de los proyectos OTAN de alta visibilidad (HVP - High Visibility Projects). En el ámbito del Plan Europeo de Defensa se han lanzado algunas iniciativas como el proyecto Future Combat Helicopter para proporcionar capacidades adicionales a las flotas de NH90 y Tigre. Hasta el momento no han trascendido las intenciones del ministerio de Defensa de España en estos proyectos.

Modernización del Chinook

Los estudios para la modernización de la flota de CH47 Chinook se iniciaron en 2013. El programa no recibió la aprobación del Consejo de Ministros hasta septiembre de 2018. En este caso se decidió abordar un programa FMS con limitada participación industrial española. El techo autorizado inicialmente fue de 819,23 millones de euros con pagos a cargo del programa presupuestario 122B entre 2018 y 2028 y entregas entre finales de 2021 y 2024. En junio del presente año el Consejo de Ministros autorizó una modificación de límites para incluir sistemas de misión por importe de 90,06 millones y el pasado mes de octubre se autorizó la contratación de un simulador por importe de 30,06 millones cuyos pagos se prolongarán hasta 2027 con cargo al programa presupuestario 122 A. El 80% de las necesidades de modernización de la flota de Chinook se pagará entre 2020 y 2024 de acuerdo con el siguiente desglose:

PROGRAMA CHINOOK

ANUALIDAD

2020

2021

2022

2023

2024

TOTAL

MODERNIZACIÓN

154.182,48

165.862,21

131.284,51

130.801,35

127.562,86

709.693,41

SIMULADOR

2.255,96

13.139,99

5.865,59

4.963,19

3.609,59

29.834,32

TOTAL

156.438,44

179.002,20

137.150,10

135.764,54

131.172,45

739.527,73

FUENTE: elaboración propia con datos de proyecto de presupuesto 2021. Miles de €

Este programa pretende mantener operativa la flota actual hasta el año 2040 y proporciona unas capacidades operativas esenciales como la de operar a bordo de buques tipo Juan Carlos I mejorando significativamente las capacidades de proyección de fuerza. A nivel europeo tras la decisión de Alemania de abandonar la renovación de su flota de CH53, solo Italia, Holanda y España contarán con capacidades equivalentes que pueden aportarse en operaciones de la UE, a las que cabría añadir Grecia que dispone de una flota de 15 unidades de la versión D procedentes de ayuda norteamericana.

En el ámbito OTAN además de EEUU, disponen de CH47F Canadá y el Reino Unido. Los británicos han reducido su aportación a la operación Barkhane cuyas necesidades de helitransporte pesado deben compartirse con las de Minusma. Las capacidades de helitransporte pesado son una carencia crónica en operaciones y España estaría en condiciones de potenciar el apoyo que ya se está dando a operaciones multinacionales además de poder constituir agrupamientos tácticos para realizar operaciones convencionales o especiales de forma autónoma.

Sostenimiento de las capacidades

La adquisición de capacidades materiales es importante pero de nada sirve si no se garantiza la posibilidad de su sostenimiento. Las actuales previsiones de presupuesto para el mantenimiento de helicópteros contemplan las siguientes asignaciones entre 2020 y 2024:

MANTENIMIENTO

2020

2021

2022

2023

2024

TOTAL

ET

8.653,94

16.430,20

16.430,20

16.430,20

16.430,20

74.374,74

AR

1.750,00

569,43

569,43

569,43

569,43

4.027,72

EA

5.423,62

4.583,76

4.583,76

4.583,76

4.583,76

23.758,66

TOTAL

15.827,56

21.583,39

21.583,39

21.583,39

21.583,39

102.161,12

FUENTE: elaboración propia con datos de proyecto de presupuesto 2021. Miles de €

Se trata de unas previsiones que estarían muy por debajo de las necesidades reales estimadas por los órganos de planeamiento y que supondría un 25% menos de lo recibido entre 2015 y 2019, lo que obligará sin duda a realizar un esfuerzo logístico muy importante para mantener la operatividad de las flotas. En septiembre de este año se aprobó un acuerdo marco para el mantenimiento de motores de helicópteros en servicio en las FAS por un total de 64 millones y en noviembre otro acuerdo marco para el mantenimiento de helicópteros del ET por un total de 47,5 millones. Este último, adjudicado a Airbus Helicopters tiene vigencia hasta 31 de diciembre de 2023 con posibilidad de prórroga por dos años adicionales.

Los datos que presentamos de forma somera posiblemente sean incompletos pero permiten reflexionar sobre los plazos prolongados que son necesarios para madurar unos programas complejos que proporcionan capacidades operativas e industriales muy significativas y las implicaciones que tienen desde diferentes puntos de vista, especialmente financiero.

Desde el lado de la demanda, los usuarios son conscientes de la necesidad de prever y abordar con tiempo suficiente las necesidades en diferentes horizontes temporales. En este sentido la iniciativa del plan director de helicópteros lanzado por la DGAM hace unos años, supuso un esfuerzo importante para clarificar las necesidades operativas y financieras así como para orientar a la industria. El marco global actual quizás aconseje la evaluación de lo realizado y la revisión de su contenido.

Son en cualquier caso las decisiones de carácter político las que han influido de forma trascendente en la definición y ejecución de los programas en cuanto a requisitos, plazos de entrada en servicio y costes. En los casos que hemos citado, los problemas en cuanto a estrategias y disponibilidades financieras han condicionado la gestión de los programas, y han obligado a continuas reprogramaciones que han producido reducciones en los alcances de los programas y demoras en la entrada en servicio de las unidades que, con frecuencia, obligan además a abordar soluciones interinas para mantener capacidades. Las reprogramaciones han ido desplazando en el tiempo los pagos necesarios de forma que suponen extracostes y condicionan tanto la ejecución de los programas como las inversiones futuras en otros sistemas. Algo que por otra parte no es exclusivo de los programas de helicópteros.

Los responsables políticos deben ser conscientes que las decisiones sobre política industrial implican necesidades financieras para poder materializarlas y que estas deben materializarse en tiempo y forma. De esta manera los objetivos de política industrial deben abordarse de forma global y no solo sobre las posibilidades del Ministerio de Defensa.



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