Los actuales Programas Especiales de Modernización de Defensa han agotado la previsión financiera para los próximos años, de modo que ya no se contempla la adquisición de ningún nuevo compromiso en esta línea hasta al menos dentro de ocho años. Así lo ha revelado la Secretaria de Estado de Defensa (Sedef), Esperanza Casteleiro, durante su comparecencia de este jueves ante la Comisión de Defensa del Congreso sobre el anteproyecto de presupuestos de Defensa 2021.
Textualmente, la Sedef ha apuntado: “Los Programas Especiales de Modernización, con el compromiso de gasto contraído para los programas en curso, agotan en su totalidad el escenario de disponibilidades financieras prevista para este programa [el 122B de los Presupuestos] hasta el ejercicio 2027, incluido, lo que en principio impedirá adquirir nuevas capacidades hasta 2028”.
El programa 122B incluye partidas para 14 grandes programas de adquisiciones. En concreto recoge partidas para los programas de carros de combate Leopardo, de producción EF-2000 e ILS (cazas Eurofighter), de aviones A400M, de misiles Fasraam (Iris-T), de helicópteros de ataque (Tigre), de vehículos de combate de infantería Pizarro, de los submarinos S-80, de misiles contracarro, de los Buques de Acción Marítima (BAM), de helicópteros multipropósito (NH-90), de los vehículos de combate de ruedas (VCR) 8x8 , de la modernización de helicópteros Chinook (CH-47), del futuro sistema de armas de nueva generación (FCAS-NGWS), y de un nuevo BAM para el salvamento marítimo.
De acuerdo con las palabras de Casteleiro, se garantiza que se realizarán los pagos para estos programas hasta 2027, pero como contrapartida no será posible, al menos “en principio”, acometer otros nuevos.
El anteproyecto de presupuestos presentado contempla para este 2021 un incremento de 177,1 millones de euros el este apartado 122B respecto a lo presupuestado para 2020. La cifra equivale a una subida de casi el 8,2% en un año, hasta situarse en los 2.341.589 millones de euros.
Por otra parte, durante su comparecencia ante la Comisión de Defensa, la Sedef ha remarcado el incremento en los gastos militares propuestos en más de 400 millones respecto al ejercicio actual, hasta elevarse a casi 10.500 millones de euros. Lo que finalmente, ha apuntado, equivale a una subida del 4,6%. Los portavoces en esta Comisión de los grupos parlamentarios, a excepción de la portavoz socialista, Zaida Cantero, han criticado las cifras presentadas. Por una parte, desde Ciudadanos, por ejemplo, su portavoz, Miguel Ángel Gutiérrez, considera que un incremento de esta entidad no va a ser posible con el plan de ingresos previsto. Por otro lado, desde grupos como Junts per Catalunya, Míriam Nogueras ha criticado la idoneidad de incrementar estos gastos en el contexto actual motivado por la pandemia, además de que ha afirmado que en ellos “no hay rastro de un cambio estructural, que es algo absolutamente importante” pendiente de acometer.
Vox, en palabras del diputado Agustín Rosety, considera que siguen siendo unos presupuestos escasos, y que aún están lejos del compromiso del 2% del PIB contraído con los socios de la OTAN. Sobre este punto se ha debatido en torno a si el presupuesto real ronda el 0,9% del PIB o llega al 1,2%. Varios portavoces han señalado la idoneidad de que el gasto en defensa deje de repartir varias de sus partidas en distintos departamentos, lo que no beneficia a la pretendida “cultura de Defensa” que persigue el ministerio.
Roberto Uriarte, de Unidas Podemos, ha acusado a estos presupuestos de “continuistas” y de tener poco en cuenta nuevas amenazas, como la ciberdefensa y la piratería, por ejemplo.
El portavoz del PP, Fernando Gutiérrez Díaz de Otazu, ha mostrado su malestar por, entre otras consideraciones, la bajada en las inversiones previstas para el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA), desde donde se lleva a cabo buena parte de la innovación militar.