Las regiones árticas conforman un área geoestratégica cada vez más importante, por las rutas que el deshielo está abriendo y su potencial mineral, principalmente. De ahí el interés de Estados Unidos en Groenlandia. En este marco, el Ejército de este país está probando su M10 Booker, el nuevo blindado de asalto con el que Estados Unidos están dotando a sus equipos de combate de brigadas de infantería (IBCT), y que deriva del español Ascod.
El responsable de producto del vehículo de combate M10 Booker, Peter George, ha explicado en su cuenta de la red social profesional Linkedin que actualmente están “sometiendo al Booker a una gama de pruebas de temperaturas extremadamente frías en algunas de las condiciones más desafiantes del mundo”.
George precisa que ha pasado una semana con profesionales del Sitio de Pruebas de las Regiones Árticas en Fort Greeley, Alaska, donde tienen lugar estos ensayos con “probadores viven regularmente la vida muy por debajo de cero grados”.
El responsable de producto de este blindado destaca que las tripulaciones del M10 Booker “irán a donde sea que se les necesite, por lo que necesitan un vehículo que esté listo para cualquier cosa. Es por eso que probamos en los entornos más duros”.
El carro de combate ligero M10 Booker, de General Dynamics Land Systems (GDLS), fue el ganador hace tres años del programa MPF (siglas en inglés de Potencia de Fuego Protegida Móvil), al vencer al blindado presentado por la firma británica BAE Systems. En 2018, Estados Unidos eligió a las empresas GDLS y BAE Systems para que desarrollasen 12 prototipos cada una de un nuevo blindado dotado de un cañón para proteger a la infantería.
La candidatura que GDLS presentó a este programa se basó en un chasis derivado del programa Ajax británico, que proviene a su vez del vehículo de cadenas Pizarro español y Ullan austríaco, conocido como Ascod, y al que se ha dotado de la última versión del sistema de dirección de tiro que se encuentra en el carro de combate principal Abrams, un paquete de potencia de alto rendimiento y una suspensión avanzada.
96 vehículos por 1.140 millones
El M10 Booker está armado con un cañón de 105 mm, una ametralladora coaxial de 7,62 mm y otra más de 12,7 mm montada sobre la torre. Con una tripulación de cuatro personas, el Booker “cuenta con un visor térmico mejorado, un cañón de gran calibre, un casco y una torre livianos y un moderno motor diésel, sistema de transmisión y suspensión”, destaca el fabricante.
El vehículo, añade, “ha sido diseñado desde el principio para mejoras de capacidad, basadas en futuras necesidades operativas”. El nuevo contrato tiene una duración de dos años, hasta octubre de 2026.
Inicialmente, GDLS entregará 96 vehículos del nuevo modelo por un total de 1.140 millones de dólares. Y ocho de los 12 prototipos encargados para su evaluación serán adaptados para poderlos emplear. El Ejército de Estados Unidos prevé completar el primer batallón con estos blindados (42 vehículos) en el último trimestre de 2025.
Programa de 17.000 millones de dólares
Posteriormente, el pasado verano, el Ejército de Estados Unidos encargó un nuevo lote valorado en más de 320 millones de dólares.
En total, se prevé la compra de 504 vehículos del programa MPF, para lo que se estima un gasto de compra de 6.000 millones. Si se incluye el coste del ciclo de vida completo (al menos 30 años), con los gastos de mantenimiento, personal, etc., la cifra que se invertirá en el programa rondará los 17.000 millones de dólares.
El nombre del nuevo vehículo se debe al apellido del sargento del Estado Mayor Stevon Booker, comandante de un carro de combate caído durante la invasión estadounidense de Irak en 2003, y también del soldado Robert Booker, reconocido póstumamente por sus acciones en Túnez en el año 1943.