La compañía GDELS ha desarrollado un innovador sistema que permite optimizar el rendimiento de los vehículos de cadenas, tanto de goma y composite (CRT) como de acero, y mejorar así la movilidad de los blindados en las operaciones.
El sistema, conocido como SATT (Self Adjusting Track Tensioner), supervisa los parámetros operativos del vehículo como el tipo de terreno, la velocidad y la conducción en tiempo real, entre otros; calcula la tensión óptima del sistema de cadenas; y aplica automáticamente las correcciones en el tren de rodadura.
La solución ha sido diseñada para su instalación en vehículos de nueva generación de GDELS y también en plataformas en servicio, de la compañía o de otros fabricantes existentes en el mercado, durante las fases de modernización.
El sistema, a grandes rasgos, evita el salto de la cadena en situaciones complejas y demandantes para el vehículo de cadenas, por ejemplo, una frenada brusca o un giro cerrado. SATT actúa de forma automática y en tiempo real -si está activado- en este tipo de maniobras y mantiene la tensión correcta en todo momento. La compañía ya tiene clientes interesados en este sistema. En España, el Ejército de Tierra, con vehículos Pizarro en servicio, un derivado del Ascod, ha tenido la oportunidad de conocer la nueva solución.
Se trata de un sistema patentado y desarrollado por GDELS y probado en vehículos Ascod. La solución, diseñada por la empresa con fondos propios, está a un nivel muy alto de madurez tecnológica, en concreto, en TLR 7, lo que permite dar el paso a la industrialización.
¿Cómo funciona?
Desde la compañía explican que SATT mejora las prestaciones de los vehículos, principalmente, la movilidad, clave en los exigentes escenarios actuales, pero también la disponibilidad operativa y reduce el coste de ciclo de vida, el desgaste del tren de rodaje y el consumo de combustible, al tiempo que incrementa la vida útil de la cadena.
Todo el proceso tiene lugar en décimas de segundo e incluso en situaciones de movilidad de máxima exigencia, según el fabricante de vehículos con sede central en España. "No sólo mejora la movilidad táctica, sino que también reduce la huella logística: mayor vida útil del sistema de suspensión mediante la optimización de la carga, menor consumo de combustible y evitando el laborioso tensado manual de las cadenas", explica la compañía.
El sistema lee la información del power pack relativa a velocidad, revoluciones, temperatura, incluida la aceleración, y también tiene un sensor de presión y un sensor de apertura de los pistones. El conductor en su pantalla en el interior del vehículo puede controlar y supervisar el sistema, totalmente integrado en la arquitectura electrónica Neva de los vehículos de GDELS. El software, diseñado por los ingenieros de la compañía, permite ajustar la tensión al inicio de una misión o elegir el modo de operación (obstáculo, automático...).
GDELS ha aprovechado la experiencia acumulada en el Ascod, un vehículo del que ya ha vendido más de 1.000 unidades en diferentes versiones a seis países. Las pruebas con el SATT han tenido lugar en la pista de la planta de la compañía en Alcalá de Guadaíra en Sevilla. Durante las mismas, los ingenieros de la compañía han estudiado a lo largo de cientos de kilómetros el comportamiento del vehículo y los cambios de tensión en el tren de rodadura en diferentes situaciones para crear un mapa con las tensiones que soporta la cadena en cada momento como punto de partida para el desarrollo de la nueva solución.