El Centro de Entrenamiento en Montaña (Cemon) del Ejército de Chile culminó en el mes de diciembre el ciclo de evaluación anual para las Patrullas de Auxilio y Rescate de Montaña (Parmes) con el propósito de mantener a estas unidades preparadas para ejecutar operaciones de salvataje con rapidez y profesionalismo.
Según el Ejército de Chile, las habilidades evaluadas en este periodo de certificación por el Cemon incluyen la técnica de rapel, la ascensión por cuerda fija, el paso de nudos, el autorescate por cuerda auxiliar, la cargada y el descenso y el izado controlado con camilla.
A lo largo del año, los integrantes de las Patrullas de Auxilio y Rescate de Montaña realizan actividades de instrucción y entrenamiento bajo la supervisión de los instructores del Cemon, quienes se encargan de asegurar que los especialistas de cada patrulla mantengan sus habilidades actualizadas.
Las instrucciones y certificaciones continuas, así como la asistencia al entrenamiento, responden a la planificación del centro y se desarrollan de manera periódica para todas las Parmes distribuidas a lo largo del país. Este enfoque contempla un plan de entrenamiento mensual, que incluya periodo invernal y estival.
Eficiencia de combate en montaña
El Cemon tiene como misión fundamental contribuir a la eficiencia de combate en montaña del Ejército de Chile. Para cumplir con este objetivo, el centro se encarga de la capacitación, asistencia al entrenamiento, docencia y certificación de las habilidades individuales y grupales de las unidades especializadas del Ejército.
Este centro desempeña también un rol vital en las Operaciones Distintas a la Guerra (Mootw, por su sigla en inglés), como los despliegues en emergencias y situaciones de rescate. Este tipo de operaciones exige un alto grado de preparación, lo cual se logra mediante entrenamientos constantes y evaluaciones periódicas.
Las actividades de instrucción y entrenamiento permiten a los especialistas mantener sus competencias al día, con el fin de estar permanentemente en condiciones de realizar una búsqueda, auxilio y rescate en sectores de difícil acceso, como lo son las zonas agrestes o la montaña.
El oficial a cargo de esta certificación en la VI División de Ejército, teniente Joaquín Bustos, explicó que su objetivo era “certificar a todas las Parmes del Ejército, en técnicas y procedimientos de rescate estival, que consistió en un descenso controlado, posteriormente con atención a heridos en sector agreste”.