España continúa con su acopio de munición después de que la invasión de Ucrania por Rusia demostrara que los stocks existentes eran diminutos en un combate real. La Jefatura de Asuntos Económicos del Mando de Apoyo Logístico del Ejercito de Tierra acaba de publicar dos contratos que suman más de 225 millones de euros para munición de artillería de campaña de 105 mm y 155 mm. En plena carrera tecnológica por el desarrollo de nuevos sistemas y tecnologías, el fondo de armario se posiciona al frente de las adquisiciones de las Fuerzas Armadas. Estas inversiones, al menos la de 105 mm y en principio una parte de la de 155, fueron aprobados por el Consejo de Ministros hace poco más de dos semanas, lo que da una prueba de la celeridad con que se están realizando todos los trámites burocráticos en temas de munición. El propio Consejo de Ministros explicó en ese momento que dados los compromisos y las necesidades surgidas en el actual contexto internacional, se hacía necesario reponer las existencias de las municiones consumidas en los últimos años y garantizar su suministro en condiciones de autonomía estratégica.
En cuanto a estas dos licitaciones, ambas permanecerán abiertas hasta el 27 de noviembre.
Por un lado, el Ejército busca munición de artillería de campaña calibre de 155 por un valor máximo de 150.021.480 euros. El contrato se divide en seis lotes: proyectil 155 mm fumígeno, dotado con 9.534.800 euros; proyectil 155 mm fumígeno er (alcance extendido), por un importe de 33.115.280 euros; proyectil 155 mm iluminante, con 6.680.652 euros de presupuesto; proyectil 155 mm iluminante er, por una cuantía de 15.460.896 euros; carga proyección 155 mm, por 24.467.337,4 euros; y Estopin 155 mm, por otros 1.504.030 euros.
Por otro lado, Tierra necesita suministro de artillería de campaña de 105 mm por un valor máximo de 75.920.238 euros. Este contrato también se divide en seis lotes: proyectil 105 mm rompedor Light Gun L-118, con un importe de 9.801.000 euros; D.O. 105 mm rompedor (105/14/30 y L-119), dotado con 1.257.799,84 euros; D.O. mm fumígeno (105/14/30 y Light Gun L-119), con un presupuesto de 2.343.691,36 euros; proyectil 105 mm iluminante (Light Gun L-118), por 4.743.200 euros; proyectil 105 mm ejercicio (Light Gun L-118), dotado con 736.890 euros; y carga proyección 105 mm rompedor y super Y, con 27.049.162,8 euros.
Guerra en Ucrania
La demanda de munición de los calibres 105 y, sobre todo, 155 milímetros ha incrementado en los últimos meses a raíz de la guerra en Ucrania. La artillería de campaña está siendo un arma muy utilizada tanto por el Ejército ucraniano como por el ruso en el frente para desgastar las posiciones enemigas. El Ejército de Tierra ha multiplicado en lo que va de año las compras de munición de artillería. El pasado mes de mayo, sin ir más lejos, cerró con Expal contratos por un importe total superior a los 45 millones de euros para el suministro de munición de 155 mm en su mayor parte de alcance extendido. En aquella ocasión, no se detalló el número de unidades adquiridas.
Entre los principales candidatos a estas licitaciones, se encuentran dos empresas que en su momento eran españolas, Expal, que recientemente ha sido adquirida por Rheinmetall, y la Fábrica de Municiones de Granada (FMG). Ambas están especializadas en la producción de munición de estos calibres y trabajan prácticamente al 100% de su capacidad ante el incremento de pedidos.