Tal día como hoy, 15 de febrero, pero de 1009, se produce una conspitación en la familia Omeya que acabó con el reinado de Hisham II y, finalmente, con el Segundo Califato Omeya o Califato de Córdoba varios años después.
La conspiración, que comenzó a principios de febrero, comenzó a recibir apoyo desde las altas esferas cordobesas, descontentas ante el aumento de impuestos y de la presencia de soldados bereberes desplegados por Almanzor, regente de Hisham, que entonces tenía solo 11 años.
Dicho día, los conspiradores urdieron y llevaron a cabo un golpe de Estado que terminaría por derrocar al califa Hisham II. En su lugar, pusieron a Muhammad II al-MahdiII, bisnieto de Abd al-Ramán III.
Durante la revuelta, que se extendió varias semanas, fue asesinado Abderramán Sanchuelo -valido de Hisham-, el prefecto de la capital y varios miembros de las familias de los soldados bereberes.
Dichos soldados, respondieron a la revuelta nombrando como nuevo califa a otro omeya, Sulaiman al-Mustain. El 1 de noviembre, consiguieron entrar en Córdoba y deponer a al-MahdiII.
Dichos espisodios terminaron por desintegrar el califato de Córdoba a finales de 1031, surgiendo las taifas.