Tal día como hoy, 14 de diciembre, pero de 1897, el general español Fernando Primo de Rivera y el jefe independentista filipino Emilio Aguinaldo firman el Pacto de Biak-na-Bató que pone fin a la insurrección del segundo.
En agosto de 1896, la sociedad secreta Katipunan, que pretendía liberar al país del dominio español, comienza una revolución para conseguir la independencia. A finales de ese mes, varias poblaciones de la provincia de Cavite se rebelaron y proclamaron la autonomía del país. España controlaba el territorio desde finales del siglo XVI.
Acusado de liderar esta revolución, el presidente honorario del Katipunan, José Rizal, fue fusilado, algo que agitó aún más a los independentistas filipinos. Ya en 1897, el general español Fernando Primo de Rivera releva a Camilo Polavieja e intensifica los ataques a los independentistas.
En junio de ese año, Emilio Aguinaldo instaló su cuartel en la sierra de Biak-na-Bató, proclamando el primer Gobierno filipino. Pese a los enfrentamientos, ambos líderes llegaron a un pacto, que estableció, entre otras, las siguientes condiciones: se concedería a Filipinas una autonomía política y administrativa; Aguinaldo y los líderes le sean leales residirían en Hong Kong y recibirían una indemnización de 800.000 pesos; y Primo de Rivera enviaría dos prisioneros que serían liberados tras el primer pago.
De entre todo lo pactado, Primo de Rivera solo realizó el primer pago.