Tal día como hoy, 21 de junio, pero de 1813, se libra la Batalla de Vitoria, una contienda entre tropas francesas que realizaban una labor de escolta a José Bonaparte que parte de Madrid hacia Álava, donde se concentraba el grueso de tropas francesas. En esta región, tropas españolas, británicas y portuguesas, mandadas por Arthur Wellesleay, que más tarde sería duque de Wellington, atacaron a los napoleónicos.
Unos 60.000 hombres del ejército francés, con 150 cañones, se apostaron entre el alto de Jundiz y el pueblo de Subijana de Álava, una posición estratégica ubicada encima de una colina que les daba la altura como factor a su favor.
El ejército aliado estaba compuesto por 50.000 soldados británicos, 16.000 portugueses y 8.000 españoles, además de 90 cañones.
La huída de Bonaparte
Los españoles, bajo el mando de Pablo Morillo y Morillo, fueron los primeros en lanzarse colina arriba, dando por iniciada la batalla. Por otro flanco, portugueses y británicos atacaron; en la ofensiva sufrieron numerosas bajas, pero lograron romper las defensas francesas. El combate, tras varias horas, comenzó a decantar la victoria por parte de los aliados.
En medio del fuego y los espadazos, José Bonaparte sufrió una carga contra su carruaje. El miedo se apoderó del que todavía era rey de España, subió en uno de sus caballos y huyó del lugar, abandonando riquezas que había extraído del patrimonio español.
Al igual que el monarca, las tropas francesas también emprendieron la huída. La victoria aliada fue un duro golpe para los napoleónicos. La derrota dejó unos 5.000 muertos en sus filas, 3.000 prisioneros y un botín de hasta 143 cañones capturados. Los ganadores sufrieron 5.158 bajas entre 3.675 británicos, 921 portugueses, y 562 españoles.