El submarino nuclear británico HMS Audacious debería prestar servicio en la Royal Navy desde el verano. Sin embargo, acumula un retraso que está previsto que se alargue 17 meses. La demora, que se achaca a problemas técnicos, afectará previsiblemente a la fabricación de la quinta unidad de la serie prevista de siete submarinos de la clase Astute, el HMS Anson, y también se espera que acabe afectando a los dos buques finales de la serie.
El diario The Times recoge estos contratiempos en una información en la que explica que el Ministerio de Defensa se ha negado a concretar los problemas de ingeniería que sufre este programa, estimado en 11.000 millones de libras (más de 12.700 millones de euros), alegando que podría dañar la efectividad y la seguridad de las naves.
El Audacious fue botado en la primera mitad de 2017. El retraso en la entrega conocido ahora se produce pese a que esta unidad entró en el agua “en un estado de construcción más avanzado” que cuando lo hizo cada una de las tres unidades anteriores de la misma clase, según reveló entonces el director general de BAE Systems Submarines, Will Blamey.
Los Astute son los submarinos más avanzados de los construidos hasta el momento por el Reino Unido. Sus armas pueden acertar a objetivos a un millar de kilómetros de la costa y están equipados con “una capacidad de sonar líder mundial”, de acuerdo con la información divulgada por el fabricante.
Cada una de estas naves desplaza 7.400 toneladas. Su eslora es de 97 metros y han sido diseñados para poder transportar misiles de crucero Tomahawk y Harpoon y torpedos Spearfish.
Electric Boat al rescate
Antes del último contratiempo revelado, este programa de submarinos ya venía arrastrando varias incidencias que le llevaron a un importante incremento de costes y significativos retrasos. Los expertos lo atribuyen a la complejidad de su diseño y la pobre gestión de todo el proyecto, en el que trabajan más de 3.200 empleados. A raíz de estos contratiempos, entre 2004 y 2007, el Ministerio de Defensa británico firmó acuerdos de colaboración con General Dynamics Electric Boat y la Armada de EEUU para solventarlos, en una solución similar a la adoptada en España en su momento para corregir los problemas detectados en 2013 en los submarinos S-80.
El primer Astute fue asignado a la Marina en 2010, cinco años después de la fecha programada en origen. Las tres primeras unidades llevan los nombres de HMS Astute, HMS Ambush y HMS Artful. La quinta unidad, de las siete en total previstas, fue adjudicada por 1.300 millones de libras (1.500 millones de euros al cambio actual) a finales de 2015.
La tecnología de propulsión nuclear de la que están dotados estos buques les permite llegar a circunnavegar el mundo bajo la superficie del mar. Para ello generan el oxígeno que necesita la tripulación a partir del agua de mar y a medida que la nave avanza. Las autoridades británicas también destacan su capacidad para operar en secreto y sin ser detectados en casi cualquier circunstancia y a pesar de ser un 50 por ciento mayores que los submarinos de la clase Trafalgar actualmente en servicio dentro de la Royal Navy.