El jefe de programas del Ejército de Tierra de Navantia, Javier González Frayle, ha dado a conocer en la tercera edición del foro Ejército-Empresas (2E+I), que tiene lugar esta semana en la Academia de Infantería de Toledo en formato híbrido, el proyecto de la empresa española para desarrollar un vehículo de inteligencia autónomo para el Ejército de Tierra.
Dentro del programa Escorpión, Navantia ha presentado el proyecto I+D UGIV (Vehículo de Inteligencia Autónomo), que está basado en el desarrollo y fabricación de un demostrador de un vehículo militar autónomo para misiones de inteligencia, como reconocimiento de campo de batalla, vigilancia, identificación y localización de objetivos. "Estas funciones se podrán realizar de manera remota, aunque algunas funciones se podrán realizar de manera automática para facilitar el empleo del operador", explicó González en su ponencia.
Los UGV "pueden darnos las capacidades necesarias para acometer todo tipo de misiones que la fuerza de mando operativa considere que son necesarias en cada momento. La flexibilidad de combinar diferentes sistemas con diferentes plataformas nos permitirá la capacidad de adaptarnos a cualquier misión que necesitemos en los conflictos que surjan en esta área confusa que 'no es paz ni guerra', llamada zona gris", explicó el representante de Navantia.
A lo largo del proyecto, González indicó que "el conocimiento de SERT y del vehículo autónomo portador, nos permitirá poder desarrollar otras opciones para uso sobre un UGV que puedan ser de interés para Tierra, tales como estaciones de armas remotas, pequeños transportes, etc. El objetivo final será realizar una demostración de capacidades frente al Ejército de Tierra español".
La arquitectura que empleará Navantia será la Nato Generic Vehicle Architecture (NGVA). "El objetivo de esta arquitectura es la intercambiabilidad de componentes y subsistemas e interoperabilidad a nivel de datos, vídeo e información táctica y además realizar un sistema de misión polivalente. Aplicando una arquitectura abierta tendremos una solución de referencia para desarrollar e implementar todo tipo de configuraciones de plataformas y sistemas dependiendo de los requisitos de la misión. Este enfoque nos permitirá proporcionar una serie de beneficios, como una mayor eficacia operativa y un menos costo de integración", detalló en su ponencia.
Los principios de esta arquitectura son: tener encuentra las inversiones anteriores; ser aplicable a los sistemas actuales y futuros; utilizar arquitecturas y sistemas abiertos, modulares y escalables; facilitar la inserción de tecnología; no implementar innecesariamente en el hardware ninguna funcionalidad que pueda ser implementada en el software; tener una visión de los sistemas de plataforma completa, a lo largo de la vida; trabajar conjuntamente con la industria y el cliente final; ser propiedad del cliente final y ser mantenidas por ellas; y especificar el mínimo necesario para lograr los beneficios deseados evitando limitaciones innecesarios en la aplicación.
En este sentido, González subrayó que los beneficios que se conseguirán con esto son "la reducción en tiempo y coste de integración, mejora en la integración de subsistemas, modularidad y escalabilidad, mejora en la gestión obsolescencia, reducción en la carga al usuario, facilidad para integración con futuras arquitecturas de adiestramiento y simulación, facilidad para recogida automática de datos de sistemas y la flexibilidad en el diseño".