La Academia Politécnica Naval de Chile ha desarrollado un nuevo sistema de comunicación basado en la tecnología dron que presentó la semana pasada en Exponaval 2016 (Concón). El denominado Proyecto Cóndor consiste en un puente de comunicaciones aéreo basado en una plataforma capaz de sustentar un dispositivo diseñado para enlazar equipos portátiles de comunicaciones en diferentes frecuencias, el cual se desplaza vía aérea a un punto óptimo.
La génesis de éste proyecto nace tras el tsunami que barrió las playas de Tongoy (Chile) en septiembre de 2015, dejando incomunicado a miembros del comité de seguridad, los cuales suponían enlazar a través de equipos portátiles de comunicaciones, impidiendo conformar el dispositivo de mando y control del pueblo. Al pasar las horas apareció en la línea de comunicaciones un avión naval el cual hizo de puente de comunicaciones entre los distintos miembros del comité de seguridad, permitiendo mantener actualizadas a las autoridades y pudiendo tomar decisiones acertadas de acuerdo a la situación que vivían.
El teniente segundo Nicolás Montes Aracena, alumno de Ingeniería Electrónica de la Academia Politécnica Naval de la Armada de Chile, señaló que el proyecto nació tras ver “la utilidad de un puente de comunicaciones que se pueda desplazar y comunicar según la necesidad del usuario”. El problema era que “un avión requiere una gran cantidad de recursos y personal altamente capacitado, tanto para su pilotaje como para su mantención. Por lo que decidimos buscar una alternativa económica y sin la necesidad de una mayor capacitación para su operación”. La alternativa se convirtió en el Proyecto Cóndor, un puente de comunicaciones aéreo “capaz de desplazarse con gran agilidad y a requerimiento del usuario”. Según Montes, “al estar basado en un hexacóptero (el primer prototipo), le permite volar entre cerros y quebradas sin mayor dificultad, aumentando el rango de operación de equipos portátiles y de adquisición comercial a más del doble de su operación normal, superando la dificultad de la comunicación a línea de vista, limitación que tienen los equipos VHF/UHF”.
Mucho trabajo por hacer
Este proyecto posee distintas aristas de proyección. La primera es desarrollar el actual prototipo de hexacóptero como un sistema modular capaz de adaptarse a las necesidades del consumidor, capaz de montar un módulo de comunicaciones, cámara o pack de sensores para detectar cualquier clase de gas peligroso.
La siguiente etapa pasa por desarrollar los prototipos de ala fija y globo aerostático, para poder desplegar según la geografía y dar acceso al terreno a cubrir obteniendo así diferentes autonomías para mantener las comunicaciones.
Luego se buscará rediseñar el sistema de comunicaciones y la plataforma de vuelo para darle características militares, como salto en frecuencia o encriptación en caso del módulo de transmisión de data. Características que permitan un vuelo seguro ante condiciones climáticas más duras, mayor velocidad de operación a la vez que aumente la autonomía de los dispositivos.
Respecto al uso militar de esta herramienta, Montes Aracena afirmó que “buscamos desarrollar una plataforma capaz de hacer puente de comunicaciones entre buques de guerra en transmisión UHF, permitiendo aumentar la aérea táctica de vigilancia, volando a baja altura, disminuyendo la capacidad enemiga de detección y manteniendo la velocidad de navegación de la agrupación.”
Características técnicas
El dron escogido es un hexacóptero con un tiempo de vuelo de 20 minutos en los que puede recorrer cuatro kilómetros, realizar su trabajo y regresar. Está alimentado por una batería LiPo de cuatro celdas en serie, 4000 mA, 25C que le confiere una velocidad máxima de 25 metros por segundo. Posee capacidad de vuelo por way-points, GPS y de retorno al punto de despegue en caso de batería baja. Los sistemas de comunicación que amenaza tienen un alcance de tres kilómetros sin puente y ocho con él, las frecuencias son programables y la potencia de los equipos es de cuatro mW.