El submarino SS-23 General O´Higgins de la Armada de Chile incorporó un sistema de disipación de calor en la parte superior de la estructura de la vela para reducir la firma térmica de la unidad. Esta tecnología es única en la región y será instalada en el otro submarino clase Scorpène que posee la institución, el SS-22 General Carrera, que está en la fase final de su refit en la planta industrial Talcahuano de Astilleros y Maestranzas de la Armada (Asmar).
Este sistema fue instalado a comienzos de 2018 en Talcahuano y permite disminuir el calor generado por los gases. Esto entrega mayor sigilo al submarino ya que dificulta la detección de sistemas infrarrojos como es el caso de cámaras térmicas que portan aeronaves y helicópteros de exploración y lucha antisubmarina.
La presencia de esta solución tecnológica es una clara muestra del interés de la institución en mejorar las capacidades de sus unidades evaluando lo que ofrece el mercado internacional y actualizando de manera continua las plataformas de acuerdo a sus necesidades.
La fotografía del SS-23 General O'Higgins que presenta Infodefensa.com en esta noticia fue captada en Valparaíso a mediados de la semana pasada. La unidad arribó el primer fin de semana de mayo a la ciudad para participar en ejercicios de rutina con los buques de la Escuadra Nacional. El submarino está frente a playa San Mateo, lugar donde fondeó los últimos días, y se aprecia una pequeña aleta que sobresale de la vela y se extiende hacia la popa.
El SS-23 General O´Higgins fue construido por Naval Group y Navantia y entró en servicio en 2005. Su unidad gemela se incorporó a la institución en 2006. Estos submarinos diesel-eléctricos son los más avanzados que existen en la actualidad en América Latina.
El O´Higgins fue el primer submarino de la clase Scorpène en recibir un programa de recuperación integral. Este proceso se inició en Asmar Talcahuano en 2014 y concluyó a mediados de 2016. Los trabajos permitieron recobrar las capacidades originales de diseño y la experiencia lograda ha sido aplicada en el refit del SS-22 General Carrera, proceso que tal como dio a conocer Infodefensa.com, se espera que finalice en junio.
El mantenimiento mayor y modernización del SS-23 General O´Higgins consideró la revisión completa del casco, motores eléctricos y diésel, activación y reemplazo de las baterías además de la verificación del estado y recuperación de todos los componentes mecánicos, eléctricos, electrónicos, ópticos e hidráulicos que posee la plataforma de combate.
Los submarinos de la clase Scorpène tienen 66,4 metros de eslora, ocho metros de manga total incluyendo hidroplanos, 16,4 metros de puntal total y 5,4 metros de calado medio. Desplazan 1.711 toneladas sumergidos, una velocidad de 21 nudos bajo el mar y una autonomía de 6.500 millas náuticas a ocho nudos en superficie.