Apenas unas horas después de que se cumpliera un año de su desaparición en el océano Atlántico con 44 tripulantes a bordo, la Armada argentina confirmó la ansiada noticia: el submarino ARA San Juan fue encontrado por la empresa estadounidense Ocean Infinity. Los familiares reclaman que sea reflotado, pero el Gobierno admite carecer de los medios necesarios para hacerlo.
El sumergible fue hallado en la madrugada del sábado a 907 metros de profundidad y 500 kilómetros de la costa patagónica, muy cerca de donde se había registrado una “anomalía hidroacústica”, que agencias extranjeras asociaron a una explosión.
Se trata de una zona que ya había sido rastreada durante el primer operativo de búsqueda, desarrollado en 2017 y en el que participaron equipos materiales y humanos de casi una veintena de países. El ministro de Defensa, Oscar Aguad, confirmó este fin de semana que sabían que esa área era en la que más posibilidades había de hallarlo, pero, según dijo el titular de la fuerza marítima, Juan José Villán, no habían podido hacerlo “por la ausencia de tecnología”.
El submarino fue encontrado por el buque Seabed Constructor de Ocean Infinity, que, como publicó Infodefensa.com, inició en septiembre la búsqueda tras ganar el proceso de licitación abierto por el Gobierno argentino específicamente con este propósito. Las imágenes registradas por la firma estadounidense han revelado que el San Juan se encuentra partido en varias partes y, de hecho, la Armada reveló que lo más posible es implosionase muy cerca del fondo del océano.
Una vez se conoció la noticia del hallazgo, los familiares de los 44 tripulantes reclamaron que el sumergible sea reflotado para poder esclarecer lo ocurrido. Sin embargo, Aguad ha admitido que el Gobierno carece de los medios técnicos necesarios para hacerlo, ya que ni siquiera los tenían para encontrarlo.
La decisión dependerá también de la jueza Marta Yáñez, a cargo de la investigación de la desaparición.
Desde el 15 de noviembre de 2017 no había noticia alguna del submarino. Su última comunicación la había establecido a unas 240 millas náuticas (unos 430 kilómetros) de la costa patagónica argentina, cuando volvía a su base naval, después de realizar ejercicios militares en la zona más austral del país.
Lo único que se sabe a ciencia cierta es que el día que el buque se contactó con la base naval por última vez, en la misma zona desde la que lo hizo, se registró una explosión. Horas antes, el comandante había llamado a la base naval para comunicar que se había producido un cortocircuito en las baterías debido a la entrada de agua como consecuencia del complicado temporal.
Lo ocurrido, además de la indignación de las familias, ha desatado una crisis en las Fuerzas Armadas del país, con destituciones como la del propio jefe del Estado Mayor de la Armada, almirante Marcelo Srur, a finales de año, como publicó Infodefensa.com. También ha provocado la apertura de varias causas judiciales y la puesta en marcha de una comisión parlamentaria específica.