Unos 3.000 efectivos militares, Lockheed Martin Hercules C-130, A-4AR Fightinghawk, IA-63 Pampa III e IA-58 Pucará se encuentran desplegados estos días en Argentina para acompañar el fuerte dispositivo de seguridad desplegado con motivo de la cumbre de jefes de Estado del G20, que se desarrolla en Buenos Aires entre el 30 de noviembre y el 1 de diciembre.
En este contexto, el miércoles, el ministro argentino de Defensa, Oscar Aguad, supervisó una serie de ejercicios militares de las Fuerzas de Despliegue Rápido de las Fuerzas Armadas, en el marco del entrenamiento que llevan a cabo para prestar eventual apoyo logístico a las fuerzas de seguridad. Se trata de un cuerpo integrado por 10.000 hombres y mujeres de las tres ramas de las Fuerzas Armadas y expertos en ciberdefensa que, según informó el Ministerio de Defensa, tiene la capacidad de dar respuesta táctica en todos los terrenos “ante las nuevas amenazas que tiene el país”.
En concreto, se trata de prácticas militares en un eventual apoyo de evacuación de personas en un ambiente hostil o en una toma de rehenes, o de recuperación de alguna instalación pública tomada. Aguad presenció además una práctica aérea de inserción de personas a través de helicópteros con cuerda, el trabajo de los vehículos blindados sacando a gente teóricamente extraída de una zona de riesgo y una ejercitación de tiro de combate con munición de guerra en ambientes reducidos.
Según los cálculos realizados por medios locales, alrededor de 20.000 agentes federales de la Gendarmería, Prefectura Naval, Policía Aeroportuaria y Policía Federal, a cargo del Ministerio de Seguridad, integran este operativo, inédito en el país austral.
Como publicó Infodefensa.com, el Gobierno, con el apoyo de fuerzas armadas y de seguridad nacionales y extranjeras, estableció un área de unos 460 kilómetros alrededor de Buenos Aires en la que estará prohibido el ingreso de aeronaves no autorizadas durante el evento. El blindaje de este espacio aéreo se activó a las 15.00 hora local (18.00 GMT) del 29 de noviembre y permanecerá activo hasta las 22.00 (+01.00 GMT) del 1 de diciembre. La medida supone que cualquier aeronave no autorizada podrá ser incluso derribada si se cree conveniente.
En el terreno militar, la Fuerza Aérea realizará los aportes más significativos al dispositivo, ya que ha aportado Lockheed Martin Hercules C-130, A-4AR Fightinghawk, IA-63 Pampa III e IA-58 Pucará , entre otros equipos. Todos ellos fueron desplegados en los días previos durante el Ejercicio Integrador 2018, que permitió preparar a los efectivos de cara a la cumbre, como ya reveló Infodefensa.com.
También han aportado recursos humanos y materiales varios países extranjeros, como Estados Unidos, que desplegará un portaaviones y sus Boeing E-3, KC-135 y C-17, que operarán desde Uruguay. Las aportaciones tienen lugar después de que, como publicó Infodefensa.com, las principales autoridades de Defensa de Argentina y EEUU se reunieran en Buenos Aires el pasado agosto.