(Infodefensa.com)
La Armada española ha comprado, a través de la Agencia de Adquisiciones y Apoyo de la OTAN (NSPA, por sus siglas en inglés), un robot eléctrico submarino Leopard de la empresa sueca Saab Seaeye.
Este ROVS (Remotely Operated Vehicle System) incluye un sistema de lanzamiento y recuperación, un sistema de gestión de amarre, capacidad de posicionamiento hidroacústico y un módulo de control a bordo. El Leopard, uno de los robots de este tipo más avanzados, es un innovador ROVS eléctrico de tamaño medio (2,1 x 1,2 x 1,1 metros) que proporciona una capacidad de transporte y operativa optimizada en un espacio reducido.
El NSPA explica en un comunicado que Saab Seaeye se hizo con el contrato después de un complejo proceso de adquisición. La agencia de la OTAN coordinará en el momento de la entrega la capacitación del operador y el soporte y será responsable de la instalación e integración del robot.
“La Sección de Apoyo Naval proporciona apoyo técnico y operativo a las 20 marinas de la Asociación de Apoyo Logístico Naval, entregando proyectos y cumpliendo con los requisitos de suministro en el puerto base y proporcionando servicios portuarios en todo el mundo a los buques en curso”, recuerda la agencia.
Este nuevo sistema proporcionará a la Armada española mejores capacidades de apoyo al buceo y facilitará la ejecución de sus responsabilidades dentro de la Oficina Internacional de Enlace para el Rescate y Escape Submarino.
El Leopard puede realizar una gran variedad de misiones incluso en los entornos más duros a profundidades de entre 2.000 y 3.000 metros. Con un peso de 1.200 kg, el ROVS está equipado con hasta 11 propulsores y seis focos LED para la iluminación. Tiene capacidad para portar una carga útil de 200 kg. El material que puede utilizar es diverso: cámaras, manipuladores, sonda, sónares, equipo científico (batómetro, CTD, sistema de rastreo, estroboscopio...
BAM-IS
Este contrato forma parte de las actuaciones de la Armada para mejorar sus medios de búsqueda y rescate bajo el mar. El proyecto más importante es el BAM-IS (Buque de Acción Marítima de Intervención Subacuática). Este programa, con un presupuesto de unos 200 millones de euros, incluye los trabajos de construcción del buque en el astillero de Navantia en Puerto Real y nuevos equipos de exploración submarina, así como partidas para posibles revisiones y modificaciones que puedan surgir.
La nueva embarcación reemplazará al buque de salvamento y rescate Neptuno, que ya está al final de su vida operativa, tras más de 30 años de servicio. La idea es que el buque esté listo para la entrada en servicio del primer submarino S-80 a principios de 2023.