(Infodefensa.com)
El comandante en jefe de la Armada de Chile, almirante Julio Leiva, presentó en el encuentro Construcción Naval Continua de Icare los detalles y beneficios del Plan Nacional Continuo de Construcción Naval.
El almirante Leiva expresó que esta aspiración no es un salto al vacío y que es necesario que el pais cuente con buques auxiliares, buques logísticos y buques de guerra para proteger la soberanía e intereses nacionales.
La autoridad manifestó que la institución ha comprado buques de segunda mano en otros países y que pese al valor más barato que representa su precio inicial, la antigüedad provoca que el coste de mantenimiento y operación crezca en el tiempo.
Leiva señaló, entre los aspectos negativos, "que la inversión completa que hicimos en ese buque se queda completamente en el país de origen. Ni un peso llega a Chile. Se nos genera como Marina un problema logístico de proporciones al tener distintos tipos de naves, buques de otros países y distintos entre ellos, por lo tanto la logística se hace mucho más compleja".
El almirante indicó que esas unidades "están en la última parte de su vida útil por lo tanto debemos reemplazarlo más frecuentemente y operarlos y mantenerlos también cuesta más caro. Tampoco todos esos buques son suficientes para operar en nuestras mares. Y naturalmente dependemos de la oferta que ellos tengan en el mercado en ese momento. Nosotros no decidimos cuando comprar sino que estamos obligados a comprar cuando nos venden".
Un compromiso país
La institución encomendó a la Facultad de Ingeniería de la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC) un estudio económico-social de las distintas alternativas para reemplazar a las unidades de combate en lugar de adquirirlas usadas en el extranjero.
El comandante en jefe destacó la experiencia en construcción naval acumulada por Astilleros y Maetranzas de la Armada (Asmar) desde 1960 y puso como ejemplos la producción de cuatro patrulleros oceánicos desde el 2007 al 2017, el buque de investigación científica Cabo de Hornos, uno de los cuatro más modernos del mundo, y el rompehielos Almirante Óscar Viel, actualmente en fase de construcción en Asmar Talcahuano.
Leiva sostuvo que el Plan Nacional Continuo de Construcción Naval.permitirá "potenciar a la academia para producir mejores profesionales. Vamos a entregar mejores puestos de trabajo, de alta calidad y naturalmente con mejores salarios. Vamos a potenciar el desarrollo de la investigación en Chile".
La autoridad manifestó que al producir diversos elementos y equipos en Chile en vez de comprarlos en el extranjero "generamos este efecto multiplicador de la inversión que permite crecer mucho más en nuestro país. Éstas son las grandes ventajas que tiene que podamos trabajar todos juntos".
El almirante recalcó la necesidad de la continuidad del programa expresando que "no queremos perder la experiencia, perder los conocimientos ni tampoco las inversiones realizadas. Se requiere que haya estabilidad en el largo plazo, que le demos un horizonte seguro".
"Nuestros planes son a 50 años, estamos mirando a 50 años el desarrollo de nuestra Marina y necesitamos que los planes y que la inversión que haga el Estado en la Marina para cumplir sus tareas, sean aseguradas al menos en una buena porción de tiempo", agregando que "al hacer buques en serie, hay economías de escala hay experiencia acumulada, se mejoran todos los procesos. Necesitamos que nuestro Estado, que nuestro país, todos nosotros nos comprometamos en una tarea de esta naturaleza", expresó.
El ejemplo de Antártica I
El comandante en jefe de la Armada entregó en el encuentro algunos detalles de la construcción del rompehielos Almirante Óscar Viel del proyecto Antártica I como la inversión de más de 21 millones de dólares en infraestructura en Asmar Talcahuano para mejorar la productividad, aumentar la eficiencia y disminuir los costos.
"El astillero constructor es un polo de desarrollo industrial, principalmente en la región del Biobío. Provee trabajos directos a 600 personas, 50 de ellos últimamente han sido contratados y provienen de universidades e institutos y liceos técnicos e industriales de la zona del Biobío. En esta construcción participan más de 200 pymes proveyendo algunos elementos, desde Concón hasta el área de Valdivia", señaló.
El almirante Leiva indicó que la construcción del buque antártico es un ejemplo de creación de valor agregado para el país destacando que "los tableros eléctricos de ese buque que tienen propulsión eléctrica, no fueron comprados ni en Alemania, Francia ni en España, no porque no fueran buenos, sino porque se pueden producir y se están produciendo en Santiago".
"Los sistemas de comunicaciones satelitales, internos y altamente complejos para ese tipo de unidades no se compró ni en Japón ni en Corea, se está armando, se esta construyendo y se está diseñando en Concón.Y el galvanizado de las cañerías no se pidió a China, se está haciendo en Concepción. Podemos hacerlo", expresó.
Leiva manifestó que de los 200 millones de dólares que cuesta el proyecto, "50 se quedan completamente en nuestro país. Hay un aporte directo en 30 millones de dólares a pymes nacionales que van a recibir, que están vendiendo sus productos. Hay tecnología de vanguardia instalada en este buque. Es un concepto adaptativo para cumplir múltiples misiones y además va a ser un buque ecológico para no contaminar el medio ambiente".
Un paso adelante
El comandante en jefe de la Armada de Chile también se refirió al proyecto de construcción de buques de transporte Escotillón IV como uno de los pasos intermedios para poder construir en el futuro las fragatas que el país requiere.
La autoridad expresó que con los nuevos buques, cuyo diseño de ingeniería básica fue adjudicado a Vard Marine y cuya construcción se desarrollará del 2022 hasta el 2030, se busca reemplazar aspectos como la capacidad hospitalaria, de auxilio y evacuación de comunidades afectadas por desastre natural que entregan unidades como el Sargento Aldea y el Aquiles.
El almirante Leiva señaló que "estamos avanzando en el proceso de aprobación en el Ministerio de Defensa. Necesitamos unidades polivalentes. Necesitamos el respaldo del Gobierno para que esto siga avanzando y sea una serie de dos buques, donde podamos realizar y tener la capacidad de ganar experiencia y hacer economías de escala".
"Queremos construir nuestro propio futuro. Queremos construir nuestros propios buques. Queremos a contar, ojalá del año 2030, comenzar a construir nuestras propias fragatas" manifestó.