La embajadora de Francia en Berlín, Anne-Marie Descôtes, ha endurecido las críticas que su país ya expresó el mes pasado por las cortapisas que Alemania ha impuesto a la exportación de material de defensa. Descôtes lamenta “la imprevisibilidad de la política alemana” de ventas de defensa al exterior y señala que, como consecuencia, la industria francesa de armamento ya está trabajando por producir bienes sin componentes alemanes, en lo que describe directamente como una “German-free”, expresión en inglés que se puede traducir como “libre de alemanes”.
La representante diplomática gala en Berlín se ha explicado así en un texto que ha publicado para un think tank (laboratorio de ideas) en Alemania, informa la cadena pública de información de ese país Deutsche Welle. Descôtes ha asegurado que se trata de una reflexión personal, si bien se encuentran en sintonía con anteriores reflexiones de otros representantes de su país, aunque de momento no habían sido tan directas.
El parón alemán en las exportaciones de material militar al reino de Oriente Medio, en marcha desde el pasado noviembre tras la desaparición del periodista Jamal Khashoggi (presuntamente asesinado por agentes saudíes) y por la participación del país en la guerra de Yemen, afecta directamente a ventas en las que también participan otros países. De ahí las críticas, principalmente de París y Londres, a Berlín por este asunto que han llovido sobre el Gobierno alemán durante las últimas semanas.
En los últimos años Alemania ha optado en distintas ocasiones por vetar sus exportaciones militares a Arabia Saudí a cuenta de las carencias en el respeto de los derechos humanos de este país. Se trata de una medida que Bertlín viene adoptando y echándose atrás periódicamente en los últimos años, y que afecta a uno de sus principales clientes de material militar, como ha venido informando Infodefensa.com.
Arabia Saudí lidera la coalición internacional que en 2015 inició una ofensiva contra los rebeldes hutíes en Yemen, en apoyo del Gobierno yemení, y que ya suma al menos 10.000 muertos. El otro lado del frente cuenta por su parte con el respaldo de Irán.
El ministro de Relaciones Exteriores germano, Heiko Maas, anunció a principios de marzo que a lo largo de este mismo mes su Gobierno analizará “la evolución con respecto al conflicto de Yemen”, después de extender el veto en las exportaciones de armamento hasta el próximo domingo, último día de marzo.
Los socios del Gobierno de coalición alemán, encabezado por la canciller Angela Merkel, han mostrado sus diferencias sobre qué estrategia seguir en este asunto. Los conservadores, donde se encuadra la propia Merkel, temen que se esté poniendo en peligro a la industria y los empleos del país y están dispuestos a acercar su posición a Francia y Reino Unido. En cambio, los socialdemócratas del SPD, que forman la parte minoritaria del Ejecutivo, abogan por mantener las restricciones a Riad y llegar a un acuerdo de exportación más restrictivo.