Tal día como hoy, 22 de noviembre, pero de 1955, militares del Ejército Argentino afines a la llamada Revolución Libertadora secuestraron el cadáver de Eva Perón en Buenos Aires. Sucedió en el marco del golpe de Estado contra el Gobierno de Juan Domingo Perón.
Ocurrió en la noche de dicho día, cuando el entonces jefe del Servicio de Inteligencia del Ejército (SIE), teniente coronel Carlos Eugenio Moori Koenig, y su lugarteniente, mayor Eduardo Antonio Arandía, prepararon el secuestro del cadáver de la que fuera mujer de Juan Domingo Perón, Eva Perón (1919-1952).
El cuerpo se encontraba en la Confederación General del Trabajo (CGT), por lo que Koenig y Arandía tiraron de galones y ordenaron a los capitanes Lupano, Alemán y Gotten, que estaban de guardia en la CGT, que abandonaran su puesto para poder llevarse el cuerpo.
Tras unos meses deambulando por distintos lugares de Buenos Aires, acabó en el altillo de la casa de Arandía. Después, Koenig lo llevó a su despacho, pero por orden de el entonces teniente coronel Alejandro Agustín Lanusse y el capellán Francisco Rotger, fue enterrado en el Cementerio Mayor de Milán (Italia) con un nombre falso: María Maggi de Magistri.
El cuerpo fue exhumado de Milán el 1 de septiembre de 1971, tras lo que se trasladó a España y fue entregado en Puerta de Hierro. Actualmente, el cuerpo de Eva Perón se encuentra entrerrado en el Cementerio de la Recoleta, en la ciudad argentina de Buenos Aires.