La caótica salida de las tropas occidentales de Afganistán el año pasado y la invasión rusa de Ucrania han impulsado los planes que la Unión Europea ya había acometido anteriormente sobre la creación de una fuerza propia con la que hacer frente a situaciones sobrevenidas de este tipo. Se trata de un cuerpo de reacción rápida compuesto por 5.000 militares preparados para su despliegue en situaciones de emergencia. Los ministros de Exteriores y de Defensa de los 27 miembros de la Unión Europea dieron el pasado marzo luz verde a la denominada Brújula Estratégica, que ya ha comenzado a dar sus primeros pasos, y donde se incluye la creación de este ejército, que será alimentado de forma rotatoria por los distintos implicados, por lo que en ningún caso se trata de una fuerza propia de la UE.
Esta semana, finalmente, también los ministros de Exteriores y de Defensa de la UE han sido los encargados de acordar el establecimiento de esta fuerza de 5.000 soldados capaz de desplegarse rápidamente ante una crisis. En un comunicado conjunto, los firmantes destacan que la UE “tiene que ser capaz de proteger a sus ciudadanos y contribuir a la paz y la seguridad internacionales”. Se trata añade el texto, de un objetivo “aún más importante en el momento en el que la guerra ha vuelto a Europa, tras la agresión rusa injustificada y no provocada contra Ucrania, así como de grandes cambios geopolíticos”.
La agencia Reuters ha recogido este acuerdo en una pieza en la que incluye las palabras que ha pronunciado el Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, a través de un comunicado, insistiendo en que “las amenazas están aumentando y el coste de la inacción es claro”. Borrell define al documento suscrito como “una guía para la acción” en el que se recogen las ambiciones de defensa y seguridad que el viejo continente debe alcanzar en 2010.
Sin alternativa a la OTAN
Desde que se conocieron los planes para fortalecer la cooperación en defensa europea, Borrell ha mantenido que no se trata de establecer una especie de OTAN del viejo continente. De hecho incidió en que, en la actualidad, “la defensa territorial colectiva de Europa es la OTAN y no hay alternativa para ello”. La futura fuerza de acción rápida, que sus artífices plantearon dejar lista antes de 2025, pretende dotar al viejo continente de mayor autonomía para actuar “cuando y donde sea necesario”, según explicó Borrell. “Necesitamos aumentar nuestra capacidad de actuar de manera autónoma, cuando y donde sea necesario.
¿Fuimos capaces de asegurar el perímetro del aeropuerto de Kabul? No. Los americanos fueron capaces, nosotros no”, apuntó Borrell al abogar por la creación de esta fuerza de reacción rápida unos meses antes de que comenzase la invasión rusa de Ucrania. Tras el inicio de la nueva guerra en Ucrania las pretensiones de fortalecer más los lazos militares europeos han aumentado notablemente.
En todo caso, la creación de un ejército europeo propio como tal no está entre los objetivos contemplados como viables, como tampoco dejar de mantener una notable influencia estadounidense en la defensa del continente.