El ministro de Defensa de Ucrania, Oleksiy Reznikov, ha asegurado durante su discurso a la nación que han destruido tanto material ruso “que sería posible armar a los ejércitos de varios países. Reznikov no ha dado cifras concretas en su intervención, si bien desde otros ámbitos de la Administración ucraniana se ha hablado de 217 carros de combate, 900 vehículos blindados de transporte, 374 blindados de combate, 90 piezas de artillería sistemas, 42 lanzacohetes autopropulsados, 11 sistemas antiaéreos, 60 camiones de combustible, 30 aviones de combate, 31 helicópteros, 3 drones y 2 buques.
Según explicó Reznikov en su intervención, “nuestro ejército ya ha destruido miles de invasores y tanto equipo enemigo que sería posible armar a los ejércitos de varios países. Las capacidades de nuestras Fuerzas Armadas están creciendo, la ayuda está llegando. Los combatientes de defensa territorial se desempeñaron brillantemente en muchas áreas. Nuestros ases del aire ya se han convertido en leyendas. Paracaidistas, infantería y artillería, todos demuestran que los ucranianos son los mejores”.
Más allá de discursos de ánimo, lo que sí es seguro, según las imágenes que llegan de la zona, es que los soldados rusos que desertan o son repelidos dejan atrás cantidades ingentes de armamento e incluso documentación útil para los servicios de inteligencia. Los vehículos abandonados llevan pintada en blanco la letra Z, un símbolo que por un lado identifica al material ruso para diferenciarlo del ucraniano y evitar así confusiones y, por otro, parece ser que identifica a las unidades o su origen o su destino.
En cuanto al material ucraniano destruido por las tropas rusas, Konashénkov lo cifró en 1.533 objetivos militares, entre ellas 54 centros de control y comunicaciones, 39 sistemas de misiles antiaéreos y 52 radares. En lo que a material concreto se refiere, el portavoz de Defensa ruso habló de 47 aviones en tierra y 13 en el aire, 484 carros de combate y vehículos blindados, 63 lanzaderas múltiples, 217 piezas de artillería, 336 equipos especiales de combate y 47 drones.
Miles de muertos en siete días
Respecto al número de víctimas, las cifras también son esquivas. Sean ciertas las de uno u otro bando, lo cierto es que son muchas. En tan solo siete días los muertos ascienden a miles se sumen las cifras por el lado que se sumen. Un dato, en su guera más larga, la de Afganistán, EE UU perdió a cerca de 2.500 soldados, en Ucrania esos números hace días que uedaron atrás y ya suman entre cerca de 3.500 y más de 12.000 según el bando al que se haga caso.
Rusia asegura que ha perdido 498 soldados y registrado 1.597 heridos. Sin embargo, la viceministra ucraniana de Defensa, Hanna Malyar, aseguró el miércoles día 2 que esa cifra era de 5.840 soldados rusos fallecidos y un día después, el propio presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, salió públicamente para señalar que, a día 3, esa cifra se ha disparado hasta “casi 9.000”.
Por el lado ucraniano, las cifras ofrecidas por Ucrania también difieren de las rusas. Según el el Servicio Estatal de Emergencia de Ucrania (DSNS, por sus siglas en ucraniano) a fecha del 2 de marzo la cifra de civiles muertos superaba los 2.000 “sin contar a nuestros defensores”, de los que aún no han hecho balance.
Rusia sí ha hecho esas cuentas y según el portavoz de Defensa ruso, Igor Konashénkov, las bajas entre las fuerzas ucranianas “son considerablemente mayores” y ascienden a “2.870 fallecidos, cerca de 3.700 heridos y el número de prisioneros ucranianos es de 572 personas”.
Lo que está claro es que Ucrania ha logrado, por ahora, frenar en seco al gigante ruso y llevar a Vladímir Putin a tal desesperación que ha convertido a la población civil en un objetivo y a la amenaza nuclear en un recurso.