La crisis sanitaria obligó a modificar el tradicional desfile militar que se realiza con motivo del aniversario de la Independencia de México. A diferencia de ediciones anteriores, en las que han participado hasta 14.000 elementos de las Fuerzas Armadas, este 16 de septiembre sólo 666 personas integraron el contingente a bordo de vehículos blindados y carros alegóricos, ya que no hubo marcha.
Dentro del contingente también participaron 15 civiles de instituciones públicas y privadas, 82 vehículos, 54 aeronaves y 66 caballos. Una lista muy reducida si se tiene en cuenta los 416 vehículos, 74 aeronaves y 218 caballos de la edición del año pasado. Entre los vehículos que desfilaron destacan el DN-XI -inspirado en el Sandcat-, Humvee, Panhard y vehículos tácticos de transporte de personal, entre otros.
No hubo invitados internacionales ni banderas de otros países, como sí ocurrió en 2019, cuando participó la Policía Federal de Argentina, los Carabineros de Chile, la Guardia Civil española, la Gendarmería de Polonia y la Guardia Nacional de Uruguay.
El presidente Andrés Manuel López Obrador, junto con los titulares de la Secretaría de Marina (Semar), José Rafael Ojeda Durán, de la Defensa Nacional (Sedena), Luis Cresencio Sandoval, y demás integrantes del gabinete presenciaron el desfile y la muestra aérea.
A su llegada al Zócalo, principal plaza del país, el presidente Andrés Manuel López Obrador encabezó el izado de la bandera monumental y rindió honores plenos. El desfile no contó con la asistencia de público, sólo se transmitió a través de los medios de comunicación.
Previo al desfile se realizó una ceremonia, enmarcada por las tropas y los vehículos blindados, para condecorar a 58 médicos médicos que han realizado labores destacadas para atender a los enfermos por Covid-19. Los médicos recibieron la presea Miguel Hidalgo, máximo reconocimiento que otorga en Estado Mexicano a connacionales que han tenido una trayectoria destacada o han realizado actos heroicos.